Los bancos se preparan para encajar el golpe económico del coronavirus. Como el Santander en la víspera, Bankia anunció ayer una provisión extraordinaria de 125 millones de euros para afrontar las pérdidas y apuntó que seguirá engordando esa hucha a lo largo del año. En consecuencia, su beneficio del primer trimestre cayó un 54%, hasta los 94 millones de euros. Sin ello, la caída hubiera sido del 11,3%.

La entidad maneja unas previsiones similares a las del Banco de España (caída del PIB del 6,8% al 12,4% este año y recuperación del 5,5% al 8,5% en el 2021). Ese escenario le ha llevado a calcular que el coste del riesgo (provisiones a hacer sobre el total del crédito) se mantendrá en torno a los 60 puntos básicos en el año, muy por encima de los 25 del año 2019. En rueda de prensa a distancia, su consejero delegado, José Sevilla, descartó que España precise un rescate europeo y se mostró convencido de que Gobierno y oposición tratan de hacer «lo que consideran mejor para los ciudadanos», pero les exhortó a unos nuevos Pactos de La Moncloa: «No sé si es posible, pero es deseable para favorecer la rápida recuperación».

Sevilla pidió al Ejecutivo que «flexibilice» los ERTE para favorecer que las empresas los puedan «desescalar» de forma gradual. También pidió analizar los efectos de la renta mínima vital permanente sobre la economía sumergida y la «aproximación» al mercado laboral de los beneficiarios. Asimismo, negó que convertir Bankia en un banco público permanente esté «sobre la mesa de nadie», pero admitió que es un mal momento para seguir privatizándola por cualquier vía.

Bankia ha recibido ya solicitudes de empresas de créditos con aval público del ICO por valor de 7.320 millones de euros y ha otorgado el 75% del cupo que le correspondió de los primeros 40.000 millones aprobados por el Gobierno. Sus precios, explicó Sevilla, se han mantenido con un tipo medio del 2%, pero el plazo medio se ha alargado a cinco años, con uno de carencia.

Sevilla se mostró comprensivo con las «quejas» de algunos colectivos empresariales, pero mantuvo que solo se producen errores y retrasos «puntuales» y que las operaciones que rechaza son básicamente las que tratan de financiar «morosidad encubierta», como fijó el Ejecutivo. En cuanto a las solicitudes de moratorias en el pago de créditos, el banco ha recibido más de 19.400 en hipotecas y más de 14.100 en consumo. Suponen el 3% y el 2% de la cartera, pero auguró que se irán «fácilmente al doble».