El temor a una burbuja turística en España sigue presente. BBVA Research ha advertido este jueves del posible "agotamiento estructural" de la oferta turística en España. Justifica ese temor en la caída del 2,3% de las pernoctaciones de turistas no residentes en hoteles en el tercer trimestre del año, junto a una caída de los ingresos por turismo en la balanza de pagos, que descendieron un 1,5% en agosto. El departamento de estudios del BBVA no hace referencia como causa de la evolución de esos indicadores a los posibles efectos de la crisis política catalana.

El informe 'Situación España' del servicio de estudios de la entidad, presentado este lunes por el economista jefe del Grupo BBVA y director de BBVA Research, Jorge Sicilia, y el economista jefe de Economías Desarrolladas de BBVA Research, Rafael Doménech, rebaja dos décimas la previsión de crecimiento de la economía española para el 2017, hasta el 3,1%, y en tres décimas la del 2018, hasta el 2,5%, por el impacto de la incertidumbre derivada de la crisis política en Catalunya, al tiempo que estima que en el bienio 2017-2018 se creen alrededor de 950.000 puestos de trabajo.

Desde el BBVA esperan que las ventas de bienes al exterior crezcan a un ritmo medio anual del 4,6% durante los próximos dos años --1,7 puntos porcentuales menos de lo previamente estimado--, y que el consumo de no residentes se desacelere desde el 9,7% en el 2016 hasta el 7,3% en el 2017 y el 1,2% en el 2018 --1,1 puntos porcentules menos que lo esperado antes del verano--. "A esto último no solo contribuirán los factores que pesan sobre la demanda turística en el corto plazo, sino también el posible agotamiento estructural de la oferta", señala el informe.

Estos datos, según el BBVA Research, indican que el sector podría estar aproximándose a niveles de saturación --particularmente, en los destinos tradicionales de playa-- y que, en un futuro, aumentará la probabilidad de que los incrementos en la demanda se trasladen a mayores precios y salarios, en lugar de impulsar el crecimiento y el empleo. Lo cierto es que las tasas de crecimiento sostenidas en los últimos años por el sector turístico español son difíciles de mantener, al implicar tasas de repetición elevadas por parte de los turistas. Buena parte de esos turistas llegaron a España en los últimos años animados por la inestabilidad en otras zonas del mundo, fundamentalmente Oriente Próximo.