El BBVA ha presentado este miércoles su nueva tarjeta Aqua, cuya principal novedad es que no incluye en su superficie ni la numeración, ni la fecha de caducidad, ni el código de seguridad (CVV). La medida busca evitar que el plástico pueda ser utilizado de forma fraudulenta en caso de pérdida o robo en el mundo físico o de sustracción de la información de forma virtual. Los tres datos necesarios para hacer pagos se deberán consultar en la aplicación móvil del banco y además, como iniciativa de protección adicional, el CVV no será permanente, sino que tendrá una vigencia de solo cinco minutos una vez solicitado.

La tarjeta será gratuita para los clientes que cumplan los criterios de vinculación que ya exigía el banco y tendrá una comisión anual para el resto de 35 euros en las tarjetas de débito y de 43 euros en las de crédito (en este caso, con un primer año gratuito). El banco exime del pago por las tarjetas a los nuevos clientes que se dan de alta a través de internet o su aplicación móvil y a aquellos que lo hacen en una oficina si domicilian su nómina o pensión.

Gonzalo Rodríguez, director de desarrollo de negocio de BBVA España, ha apuntado que el banco entregará una Aqua a todos los nuevos clientes que se den de alta a través de la web o la aplicación móvil, así como a aquellos que lo elijan si se dan de alta de oficinas y a los antiguos clientes que lo soliciten "sin coste alguno". La entidad estima que en dos años habrá emitido un millón de estas tarjetas.

FÍSICA O VIRTUAL

Los usuarios podrán elegir entre recibir la tarjeta física o tenerla solo en el móvil, así como entre las modalidades de débito, crédito o prepago. El producto permite también consultar en qué comercios electrónicos y dispositivos de pago están almacenados los datos de la tarjeta para suspenderlos o activarlos en cualquier momento y ofrece al cliente no tener que preocuparse de actualizar la información en caso de vencimiento porque el banco permitirá hacerlo de forma automática.

Rodríguez ha apuntado que la tarjeta va dirigida a toda la base de clientes del BBVA, pero será especialmente atractiva para aquellos que quieren hacer compras a través de internet y "no se sienten totalmente seguros". Según ha explicado, en torno al 10% de los pagos con tarjeta de los clientes del banco en España se realizan ya con el móvil. Dos terceras partes de los clientes de la entidad en el país son ya digitales y las ventas por ese canal han subido un 58% con la pandemia.