El Banco Central Europeo (BCE) advierte de que el gasto en pensiones, que es la parte más elevada del gasto social, registra máximos históricos en varios países y, si no se emprenden reformas, seguirá creciendo. En su último boletín económico, publicado ayer destaca que las pensiones representan «la mayor carga» para los Gobiernos.

«El impacto máximo del envejecimiento se producirá cuando la generación del baby boom se jubile, es decir, en torno al año 2040 en algunos países de la zona del euro, pero más tarde en otros», añade el BCE en el informe. El efecto será especialmente acusado en los países con sistemas públicos de pensiones de reparto, como es el caso de España, lo que suscitará problemas de equidad intergeneracional, ya que la ratio cotizantes-beneficiarios disminuye.

Los compromisos acumulados hasta la fecha de la Seguridad Social se sitúan en más del 200% del productor interior bruto (PIB) en la mayoría de los países, según cálculos recientes. Además, «se espera que el envejecimiento conduzca a un aumento del gasto sanitario y a una disminución de la oferta de trabajo, del crecimiento y de la innovación», según el BCE.

En la mayoría de los países de la zona del euro, los sistemas públicos de pensiones tienen gran relevancia, mientras que los Países Bajos y, en menor medida, Irlanda también tienen un importante pilar privado. «Los países deberían buscar políticas y reformas que garanticen la sostenibilidad del gasto social, especialmente en vista del envejecimiento de la población y de la posibilidad de que se produzcan perturbaciones económicas negativas», recomienda el BCE.

El gasto social ha crecido de forma continuada desde el 2001, tanto en términos nominales como en porcentaje de gasto público total, aunque en porcentaje del PIB mostró cierta volatilidad durante el período de la crisis. En el 2017, el gasto social supuso alrededor del 70% del gasto público total y el 31% del PIB, o 3,5 billones de euros, según el BCE.

EXPECTTIVAS ZONA EURO / «Aunque las nuevas mejoras en el empleo y la subida de los salarios continúan apoyando la resiliencia de la economía de la zona del euro, la suavización del ritmo de crecimiento a escala global y la debilidad del comercio internacional siguen lastrando las perspectivas para la zona del euro», destaca también el boletín y insiste en los mensajes ya lanzados por el BCE, tras su última reunión del Consejo de Gobierno, en la que apuntó que «todavía se necesita un grado significativo de estímulo monetario para asegurar que las condiciones financieras sigan siendo muy favorables y respalden la expansión de la zona del euro».

Insite el banco central en el deterioro de las codiciones globales. El BCE recuerda que tras registrar un incremento del 0,2% en el cuarto trimestre del 2018, el PIB real registró un avance intertrimestral del 0,4% y puede registrar un crecimiento menor en los siguientes.