La bajada del tipo oficial de interés en cinco puntos básicos acordada por el Banco Central Europeo (BCE) para evitar la deflación en la eurozona deja el precio del dinero en su mínimo histórico, el 0 %.

El tipo de interés estaba en el 0,05 % desde el 4 de septiembre pasado, pero hoy el BCE ha optado por bajarlo hasta el 0 %, adonde llega después de un largo recorrido desde el 4,75 % alcanzado en octubre de 2000.

Los bancos centrales de la eurozona acordaron reducir los tipos de interés de forma concertada el 3 de diciembre de 1998. Esta acción estableció el tipo de interés en la zona del euro, que entró en vigor el 1 de enero de 1999, en el 3 %.

Todos los bancos centrales, a excepción del italiano, que realizó la reducción en dos fases, alcanzando el nivel del 3 % veinte días más tarde, bajaron los tipos a la vez, mientras el BCE reconocía oficialmente que esta medida debía verse como una decisión de facto sobre el nivel de los tipos de interés con los que el Sistema Europeo de Bancos Centrales empezó la tercera fase de la Unión Económica y Monetaria.

El BCE mantuvo estable el precio del dinero en el 2 % desde junio de 2003, hasta que decidió elevar los tipos de interés al 2,25 % el 1 de diciembre de 2005. Desde octubre de 2000 no se había producido un incremento en el precio del dinero.

El 3 de julio de 2008 el BCE elevó los tipos de interés en un cuarto de punto y los situó en el 4,25 %, el nivel más alto desde agosto de 2001.

Esa subida, la novena que aplicaba el BCE desde diciembre de 2005, tuvo la finalidad de controlar los riesgos de inflación en la zona euro.

El 8 de octubre de 2008 el instituto emisor europeo y su homólogo estadounidense cambiaron la tendencia y bajaron el precio del dinero medio punto, hasta el 3,75 %, para combatir de manera coordinada la crisis financiera.

El tipo oficial de interés inició entonces una caída que se prolongó hasta el 7 de mayo de 2009, en que alcanzó el 1 %, con lo que el BCE lo situó en su nivel más bajo en la historia de la institución hasta ese momento y que se mantuvo durante casi dos años.

Sin embargo, el 7 de abril de 2011, el Consejo de gobierno del BCE subió los tipos -una medida que no llevaba a cabo desde julio de 2008- en un cuarto de punto, hasta el 1,25 %, para frenar las presiones inflacionistas.

El 7 de julio del mismo año, el BCE subió los tipos en otro cuarto de punto, hasta el 1,50 %, el nivel más alto desde marzo de 2009.

El 3 de noviembre de 2011, el BCE cambió de nuevo la tendencia y bajó los tipos de interés en 25 puntos básicos, hasta el 1,25 %, tras el recrudecimiento de la crisis de endeudamiento de la zona del euro por la situación de Grecia.

Desde entonces, los tipos han descendido gradualmente para estimular el crédito, impulsar el crecimiento económico y evitar la deflación en la eurozona.