Endesa logró un beneficio neto de 253 millones de euros en el primer trimestre del 2017, lo que supuso una caída del 26% con respecto a idéntico periodo del 2016, cuando se anotó unas ganancias de 342 millones.

Según informa la eléctrica mediante una comunicación remitida a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), el descenso se explica por las "excepcionales" condiciones de mercado registradas tanto en el primer trimestre del 2016 como en el primer trimestre del 2017. En concreto, detalla que la producción hidroeléctrica y eólica en el primer trimestre del 2016 llevó a unos precios del mercado mayorista "extraordinariamente bajos", mientras que el primer trimestre del 2017 se ha caracterizado por un "extraordinario" uso de las plantas térmicas, lo que ha provocado precios muy elevados en el mercado eléctrico.

En esta línea, el consejero delegado de Endesa, José Bogas, señaló que "la caída de los resultados se ha producido en un contexto muy complejo, con un extraordinario aumento de la demanda en las primeras semanas del año que se tuvo que cubrir con las tecnologías más caras ante la fuerte reducción de recursos hidráulicos y eólicos".

La compra de hasta el 100% de Enel Green Power España mitigó ese impacto negativo, que se irá diluyendo a lo largo del año. Los ingresos aumentaron el 7%, hasta los 5.223 millones de euros, mientras que el resultado bruto de explotación (ebitda) fue de 702 millones, el 12,4% inferior. Por su parte, los gastos subieron el 11,7%, hasta los 3.987 millones. Los costes de la compra de electricidad para la venta al cliente final, que aumentaron el 35,3%, hasta los 1.496 millones, y los costes del consumo de combustibles en las centrales térmicas, que se incrementaron el 51,6%, hasta los 511 millones, fueron las partidas que más ascendieron.