A los inversores no les gusta que defrauden sus expectativas. Pero a veces, las menos, no se lo toman a mal. Ha sucedido este jueves: el mercado daba por descontado que el Banco de Inglaterra reduciría los tipos de interés del 0,5% al 0,25% para evitar que la economía británica caiga en recesión, como han augurado algunos expertos. El propio gobernador lo había dejado entrever. Pero finalmente ha decidido no tocar el precio del dinero ni programa de compra de deuda (375.000 millones de libras desde noviembre del 2009). Con todo, ha dejado la puerta abierta a hacerlo pronto: "La mayoría de miembros del comité espera que la política monetaria sea relajada en agosto". El Ibex 35, en respuesta, ha subido el 0,93%, a los 8.552,3 puntos.