El impuesto sobre transacciones financieras recién aprobado por el Gobierno, más conocido como 'tasa Tobin', "no es una buena idea", pero no afectará a la propuesta presentada por la bolsa suiza para comprar Bolsas y Mercados Españoles (BME) y crear el tercer mayor operador de mercados financieros de Europa. Así lo ha ratificado este jueves Jos Dijsselhof, consejero delegado de SIX, quien ha confirmado que la luz verde al tributo ya estaba contemplada por la compañía cuando presentó la oferta el pasado noviembre y no tendrá "impacto en el valor total de la operación".

En un encuentro con periodistas españoles, el ejecutivo holandés se ha mostrado confiado en lograr la aprobación del Gobierno y la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) a la operación a primeros de mayo y poder cerrarla antes de las vacaciones de verano, aunque ha recordado que los plazos podrían retrasarse si las autoridades españolas decidiesen ampliar el tiempo de las negociaciones. "Estamos confiados y creemos que hemos hecho la oferta correcta para BME y sus accionistas, pero sobre todo para España y sus mercados", ha asegurado.

Dijsselhof ha explicado que el Ejecutivo y la CNMV están pidiendo a su compañía "mucha información" sobre aspectos como sus actividades, qué planes tiene para BME, y cómo va a financiar la compra y gestionar el capital del grupo tras la integración. En esta línea, ha considerado razonable que las autoridades españolas quieran tener "garantías" de que SIX cumplirá los compromisos y condiciones que acepte para hacerse con la bolsa española.

Su empresa, ha asegurado, afronta las conversaciones "sin líneas rojas", pero considera que la imposición de una 'acción de oro' (que permitiría al Estado tomar decisiones en BME en determinadas circunstancias) no sería la mejor opción. "Somos una compañía suiza: hacemos lo que decimos y decimos lo que hacemos", ha argumentado.

PAGO A LOS ACCIONISTAS

El ejecutivo ha dejado la puerta abierta a cambiar la política de dividendos de BME, que reparte más del 90% de su beneficio a los accionistas, frente al mínimo promedio del 60% que suele pagar su compañía. La idea, ha explicado, es llevar a la bolsa española a un modelo "más equilibrado" entre pago a los propietarios, inversión y precios competitivos para los clientes, aunque la decisión no la tomará hasta hablar con los accionistas de BME que permanezcan en la compañía. "Lo que es seguro es que no lo vamos a subir", ha mantenido.

SIX ha propuesto 33,4 euros por acción, lo que supone valorar la compañía española en unos 2.792 millones de euros, con una prima del 46% sobre la cotización media de los títulos en los seis meses anteriores a la presentación de la oferta. "No creo que estemos pagando demasiado, de lo contrario no haríamos la operación", ha defendido el ejecutivo antes de asegurar que las sinergias provendrán sobre todo por el lado de crecimiento de los ingresos. También habrá reducción de costes, ha sostenido, pero el número de trabajadores aumentará, si bien algunos se trasladarán a Suiza y otros se moverán de Zurich a España.

Dijsselhof ha admitido que es consciente de los rumores que apuntan a que la francesa Euronext podría contraofertar por BME, pero ha subrayado que por el momento solo existe la propuesta de SIX. Asimismo, ha destacado que el consejero delegado de bolsa alemana (Deutsche Börse) ha descartado ya públicamente presentar una propuesta de compra. Además, ha confirmado que su empresa mantendrá el modelo de cuatro bolsas en España (Madrid, Barcelona, Valencia y Bilbao) y estudiará qué hacer en cada mercado para traer más negocio.