El primer contacto entre la nueva vicepresidenta económica del Gobierno, Nadia Calviño, y la Comisión Europea para tantear el margen de flexibilidad del que dispondrá el nuevo Gobierno español para elaborar los presupuestos generales del Estado del 2020 fue positivo. Bruselas aplaude que España cuente por fin con un ejecutivo pero advierte que estará muy vigilante ante el incremento del gasto público planeado por la coalición entre el PSOE y Unidas Podemos.

«La Comisión está muy satisfecha por el hecho de que finalmente tengamos un Gobierno en España con plenos poderes presupuestarios y compartimos el objetivo general de trabajar por una economía sostenible en el plan social y medioambiental», explicó el comisario de Asuntos Económicos, el socialista italiano Paolo Gentiloni, poco después de reunirse con Calviño en un encuentro del Eurogrupo. También contactó con el vicepresidentes de la Comisión, Valdis Dombrovskis y Margrethe Vestager.

«El primer contacto ha sido muy positivo y vamos a continuar así» pero «debemos mirar las consecuencias sobre el gasto público de lo que está en el programa del gobierno», precisó Gentiloni. ¿Significa eso que se aceptará la flexibilidad que quiere España? «Siempre tenemos una cierta flexibilidad» pero ahora «tenemos que apreciar la posibilidad de discutir con un gobierno que tiene plenos poderes presupuestarios, lo que desgraciadamente no ha sido el caso en este último período en España. Hay que hacerlo prestando atención al programa de gasto público pero siempre con una actitud muy positiva de diálogo», prometió. Su intención es cumplir con las reglas del Pacto de Estabilidad y Crecimiento y reducir el déficit y la deuda pública «al ritmo más rápido posible».

Para ello, quieren aprovechar «determinados elementos de flexibilidad» previstos en las normas europeas con el objetivo de «encontrar ese adecuado equilibrio entre la responsabilidad fiscal, la reducción lo más rápido posible del déficit y la deuda pero también el mantenimiento del crecimiento económico y la creación de empleo», remarcó a su llegada a la reunión del Eurogrupo en la que presentó las prioridades económicas del Gobierno. Aunque no dio fechas, la vicepresidenta transmitió a Gentiloni y Domvrovskis la intención de presentar cuanto antes el borrador presupuestario requerido por Bruselas a finales de noviembre y a mantener la línea de diálogo.

INTENCIONES / «Hay un diálogo constante entre los Estados miembros y las instituciones comunitarias para ir conociendo cuáles son las intenciones y la línea en la que está trabajando el gobierno y así lo hemos hecho desde el primer día», recordó Calviño, que dijo compartir la importancia de contener el alza del gasto publico, garantizar la sostenibilidad de las pensiones y seguir preservando una creación de empleo dinámica. «Son cuestiones compartidas y asuntos a los que vamos a dar gran atención en la elaboración de los presupuestos y en las distintas reformas que abordemos en las próximas semanas», indicó.

La vicepresidenta también anunció la intención de aprobar en breve varias directivas pendientes como la de distribución de seguros y de fondos de pensiones, y subrayó que la senda fiscal pactada por el Gobierno de Rajoy en el 2018 no se corresponde con la realidad económica y fiscal de España. «Esa senda no es realista- Ahora lo que haremos es preparar y trabajar en una nueva senda que sea creíble, realista, y que nos permita lograr ese equilibrio presupuestario en los próximos años». Bruselas y Madrid aún no han hablado del alza del salario mínimo prevista por la coalición de gobierno, permitiendo a sindicatos y patronales que hallen el «equilibrio en ese terreno».