La economía española se fortalece pero los progresos en materia de reformas siguen siendo “limitados”. Los niveles de endeudamiento, público y privado, o el paro han caído pero siguen siendo altos y representan una vulnerabilidad para una de las economías europeas con mayor temporalidad en el empleo. El último diagnóstico elaborado por los técnicos de la Comisión Europea cambia poco su retórica habitual pero incluye un elemento nuevo. Bruselas respalda las reformas de las pensiones de 2011 y 2013 pero avisa de que han hecho que sean “menos generosas” y que podrían suponer un “impacto negativo” en los estándares de vida de los jubilados.

Pese a las dos recientes reformas, el debate sobre la sostenibilidad de las pensiones públicas no está cerrado y Bruselas dedica parte de último análisis macroeconómico a analizar la situación. El problema radica, sostienen los técnicos, en que la Seguridad social ha pasado de una posición de “cómodos superávits” durante los años precedentes a la crisis financiera a un déficit creciente que alcanzó el 1,6% del PIB en 2016, resultado “del estancamiento del PIB nominal y del gasto en pensiones contributivas”, que continuaron aumentando debido a factores demográficos y al aumento de las pensiones medias.

Sostenibilidad pero menos generosidad

En este sentido, la Comisión valora positivamente las últimas dos reformas que elevaron la edad de jubilación e introdujeron el factor de sostenibilidad. “Como resultado, la sostenibilidad del sistema de pensiones en su forma actual está prácticamente garantizado gracias a su diseño siempre y cuando permita a sus mecanismos funcionar como está previsto”. Es más, teniendo en cuenta las últimas proyecciones demográficas, aunque el gasto en pensiones pasará del 11,8% en 2013 al 12,5% en 2045 a largo plazo caerá al 11% en 2060.

El problema, alerta la Comisión, es que junto a este menor gasto también habrá una reducción en la cuantía de las pensiones que incidirán negativamente en el poder adquisitivo de los jubilados. “Las dos sucesivas reformas ayudarán a contener el gasto a largo plazo pero también resultarán en pensiones menos generosas”, alerta el extenso y detallado análisis presentado por la Comisión Europea.

Según los escenarios manejados por Bruselas, las reducciones en las pensiones podrían estar entre las más altas de la UE “con un fuerte impacto negativo potencial en los estándares de vida de la población mayor española” aunque los ratios de reemplazo y beneficios seguirían estando entorno a la media de la UE en 2060. Será “crucial” para este debate las reformas en el mercado laboral mientras que no ven con buenos ojos, según fuentes del Ejecutivo, la indexación al IPC. Concretamente, según Bruselas, España debe abordar el uso generalizado de contratos temporales, especialmente los de menos de tres meses, la incidencia del empleo a tiempo parcial, en particular el involuntario, y la necesidad de mejorar las condiciones laborales para facilitar la prolongación de la vida laboral.

Desigualdades sociales, paro y deuda

El informe, que debe servir a los gobiernos para elaborar sus respectivos programas de estabilidad y reformas, vuelve a alertar de que la reducción de los niveles de endeudamiento sigue siendo insuficiente, lo mismo que la del paro, y que los porcentajes de población en riesgo de pobreza y exclusión social siguen siendo elevados, del 27,9% en 2016, muy por encima todavía del 23,8% previo al estallido de la crisis en 2008.

El documento vuelve además a resaltar un viejo problema de España, que el 20% de los hogares más ricos tienen un renta más de seis veces superior al del 20% más pobre, con unas desigualdades mayores entre aquellas personas con menos renta. “El poder de redistribución del sistema de beneficios e impuestos es relativamente bajo comparado con otros Estados miembros. Solo reduce las desigualdades en la renta un 34,6% (en el coeficiente Gini), por debajo del 40% de la media de la UE”.

“Vemos que se está fortaleciendo el crecimiento económico, que ha crecido por encima de las expectativas el ultimo año, y es más equilibrado que antes de la crisis”, ha valorado este miércoles el vicepresidente de la Comisión Europea, Valdis Dombrovskis, sobre la posición general de España. Aún así, la Comisión Europea mantiene un año más al país en la categoría de países con desequilibrios debido a la elevada deuda pública y privada, el desempleo y la elevada temporalidad en los contratos temporales. “Sigue habiendo dificultades”, resume.