El futuro Gobierno español ya tiene tarea por delante tan pronto como logre formarse: enviar a Bruselas un nuevo borrador presupuestario para el 2020 actualizado, que priorice la reducción de la deuda pública y que incluya medidas de ajuste adicional para acotar el desfase presupuestario. Son algunos de los deberes exigidos por la Comisión Europea que considera que el borrador remitido por el Gobierno en octubre corre el «riesgo de incumplir» los objetivos de reducción de déficit y deuda.

Según el dictamen, son ocho los países cuyos planes presupuestarios se encuentran en riesgo de incumplimiento: España, Bélgica, Francia, Italia, Portugal, Eslovenia, Eslovaquia y Finlandia. A los cuatro primeros la CE les reprocha la «insuficiente» reducción de la deuda, no haber aprovechado los momentos de «bonanza económica» para poner en orden sus finanzas públicas, y no haber incluido medidas de ajuste fiscal e incluso proyectar presupuestos expansionistas.

«Es preocupante porque un nivel muy elevado de deuda limita la capacidad para responder a crisis económicas y a las presiones de los mercados», recordó el vicepresidente Valdis Dombrovkis junto al comisario de asuntos económicos, Pierre Moscovici. Ambos eludieron valorar si ven con preocupación una coalición de gobierno entre el PSOE y Unidas Podemos, aunque urgieron a dotarse de un gobierno estable «lo antes posible», que envíe un plan presupuestario actualizado tan pronto como haya gobierno, que incluya «las medidas adicionales necesarias» para corregir el desfase presupuestario.

El otro gran problema son las pensiones. «Si sigue vinculándose el aumento de las pensiones a la inflación y retrasándose el factor de sostenibilidad se necesitarán medidas compensatorias para garantizar la sostenibilidad del sistema a medio y largo plazo».