Francia cuenta con el aval de Bruselas para salir al rescate de Air France y evitar que el coronavirus se lleve por delante a la compañía aérea emblema del sector aéreo francés. Creada en 1933, tras la fusión con KLM hace ahora veinte años, Air France se ha convertido en la primera aerolínea europea con una cifra de negocio de 27.000 millones de euros.

Su situación financiera estaba saneada a finales del 2019 pero no lo suficiente como para encajar el golpe del covid-19. El sector aéreo es uno de los más afectados por el parón de la actividad impuesto para limitar la propagación del virus y ha dejado en tierra casi de la noche a la mañana al 90% de la flota.

En este contexto, la Comisión Europea ha autorizado la concesión de préstamos por valor de 7.000 millones de euros a Air France para hacer frente al parón de la compañía francesa. La ayuda se articula en una doble vía, a través de una garantía estatal para un préstamo a la aerolínea y mediante un segundo préstamo a los accionistas.

La comisaria europea de Competencia, Margrethe Vestager, justificó el visto bueno del Ejecutivo comunitario para dar a la compañía «la liquidez que necesita con urgencia».

Vestager puso de relieve la importancia de la industria de la aviación «en términos de empleos y de conectividad» y el papel «esencial» de Air France en la repatriación de ciudadanos europeos y en el transporte de equipos médicos.

Francia notificó a la Comisión Europea su intención de inyectar 7.000 millones de euros en préstamos alegando que no era posible obtener liquidez en los mercados por otros medios. Bruselas cree que las garantías aportadas por París se ajustan a las condiciones del marco temporal de ayudas de Estado para paliar la crisis del coronavirus.

APOYOS PÚBLICOS / Es decir que el préstamo garantizado por el Estado a la propia compañía no exceda de 4.000 millones de euros, dure un máximo de 6 años, no cubra más del 90% y que Air France no tuviera problemas financieros antes del 31 de enero.

En cuanto al préstamo a los accionistas, la Comisión Europea comprobó asimismo que está en línea con las normas comunitarias y es una medida «específica» para «remediar una grave perturbación en la economía francesa».

La Comisión tuvo en cuenta igualmente que, en ausencia de apoyos públicos, Air France «probablemente corría el riesgo de la bancarrota». Vestager también valoró que Francia haya anunciado planes para que Air France avance hacia políticas más ecológicas. En este sentido, el ministro francés de Economía, Bruno Le Maire, confirmó a la emisora France Inter que el préstamo irá condicionado al cumplimiento de criterios medioambientales. Eso conllevará la supresión de vuelos domésticos que pueden hacerse fácilmente en tren en menos de dos horas y media, como el París-Burdeos.

En España, el ministro de Transportes, José Luis Ábalos, admitió ayer que las aerolíneas necesitarán «refuerzo» financiero y «ayudas de tesorería» a futuro, más allá de las líneas de crédito ya dispuestas. Además de las líneas del ICO y de instrumentos de financiación sindicada con el propio instituto público, «es posible» que las aerolíneas necesiten refuerzo de esas mismas líneas a corto plazo, admitió el ministro Ábalos.