Lo primero que tendrá que hacer la vicepresidenta económica, Nadia Calviño, en cuanto aterrice este lunes en la reunión de ministros del Eurogrupo será exponer a sus colegas de la Eurozona los planes económicos y presupuestarios del nuevo Gobierno de coalición, formado entre el PSOE y Podemos. Sin embargo, todo apunta a que la intención del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, de obtener una senda de corrección del déficit mucho más suave que la prevista para elaborar las nuevas cuentas del 2020 no será recibida con buenos ojos entre sus socios europeos.

El orden correcto de las cosas es que el Gobierno presente un plan presupuestario, que la Comisión elabore un dictamen y que después el Consejo (el órgano donde están representados los Gobiernos) lo discuta. No al revés", han advertido esta semana fuentes de la Eurozona enfriando las expectativas de una eventual relajación de los objetivos antes de la presentación de las nuevas cuentas y de su examen por parte del Ejecutivo comunitario.

La tarea no es fácil y tal vez por eso la vicepresidenta Calviño también tiene previsto mantener encuentros este mismo lunes al margen del Eurogrupo con el vicepresidente del Ejecutivo comunitario, el conservador letón Valdis Dombrovskis, y el comisario de asuntos económicos, el socialista italiano Paolo Gentiloni, según ha confirmado la Comisión, para avanzarles las prioridades económicas del nuevo Ejecutivo español.

El primer paso, según insisten en Bruselas, sigue siendo que España remita un nuevo borrador presupuestario para 2020, algo que ya reclamó con urgencia a finales de noviembre el Ejecutivo comunitario cuando se adoptó el dictamen de opinión sobre la prórroga presupuestaria enviada por el gobierno en funciones a mediados de octubre. En aquel dictamen, Bruselas alertaba de un desvío significativo en la senda de ajuste prometida y de la necesidad de adoptar medidas compensatorias para garantizar la sostenibilidad a medio y largo plazo del sistema de pensiones.

El documento también advertía de que las autoridades españolas no tenían suficientemente en cuenta el elevado déficit estructural o el elevado nivel de deuda pública del 96,6% y muy lejos del 60% que fija como límite el Pacto de Estabilidad y Crecimiento- y afeaba el hecho de que no hubieran hecho lo suficiente para aprovechar los momentos de bonanza económica para poner en orden sus finanzas públicas. Es más, según el análisis de las autoridades comunitarias, el elevado endeudamiento español podría limitar la capacidad de Madrid de responder a un choque económico o a un pico de presión de los mercados.

NUEVO GOBIERNO, NUEVO PRESUPUESTO

Con el nuevo Gobierno a pleno funcionamiento en la capital comunitaria esperan con impaciencia las nuevas cuentas. Ahora que hay un nuevo Gobierno esperamos que España presente un proyecto de plan presupuestario actualizado para 2020, ha indicado un portavoz del Ejecutivo comunitario. Solo entonces, comenzarán a evaluar de forma integral los nuevos planes en el marco del procedimiento presupuestario. Comenzaremos un examen integral una vez que sea presentado, ha reiterado.

La ministra ya intentó en 2018 renegociar la senda de déficit pero la mayoría absoluta del PP en el Senado lo tumbó. Además de España, también presentarán sus prioridades económicas al resto de colegas del Eurogrupo este próximo lunes los representantes de Austria y Finlandia que también han vivido recientemente cambios de gobierno.