El continente europeo importa de países terceros entre el 75% y el 100% de la mayoría de los metales y materias primas fundamentales que necesita. China aporta, por ejemplo, el 98% de los elementos poco comunes en la tierra, utilizados en los imanes destinados a productos como generadores eólicos. Turquía el 98% del borato, Chile el 78% del litio, Sudáfrica el 71% del platino y Guinea el 64% de la bauxita. Una dependencia que podría aumentar mucho más en los próximos años debido a las necesidades previstas en la transición verde y digital y que ha llevado a la Comisión Europea a promover nuevas medidas para reducir la dependencia que la crisis del covid-19 ha puesto de manifiesto.

"Ciertas materias primas son esenciales para que Europa lidere la transición económica y digital. No podemos permitirnos depender completamente de países terceros e incluso de un solo país", esgrime el comisario de mercado interior, Thierry Breton, que ha defendido este jueves la diversificación del suministro de terceros países y el desarrollo de capacidades propias tanto en términos de extracción como de tratamiento, reciclado y refinado.

Según las estimaciones que maneja el Ejecutivo comunitario, solo para las baterías de coches eléctricos y el almacenamiento de energía, la Unión Europea "necesitará hasta 18 veces más de litio en el 2030 y hasta 60 veces más en el 2050 y 15 veces más de cobalto, alerta el vicepresidente Maros Sefcovic. La solución que plantean en el plan de acción apuesta por cadenas de valor más resilientes, fortalecer el abastecimiento interior, diversificar el exterior y reducir la dependencia de materias primas críticas.

Para ello, propone crear una alianza europea de materias primas como la alianza sobre baterías, identificar proyectos de minería y transformación que puedan estar operativos para el 2025 a más tardar y que presten atención especial a las cuencas mineras y otras regiones en transición, cartografiar el potencial de materias primas fundamentales secundarias procedentes de residuos y desarrollar asociaciones estratégicas a nivel internacional. "China, Estados Unidos, Japón y otros ya están trabajando rápido para asegurar futuros suministros, diversificar sus fuentes de suministro a través de asociaciones con países ricos en recursos y desarrollar sus cadenas de valor internas". La UE debería actuar urgentemente", justifica la Comisión en su plan de acción.