Cada año 200.000 empresas quiebran en Europa dejando en la calle a 1,7 millones de trabajadores. Muchas de ellas, pese a las dificultades financieras que atraviesan, podrían seguir siendo viables y ser rescatadas aunque la falta de opciones de reestructuración temprana les aboca simplemente a echar la persiana. La Comisión Europea propone ahora nuevas reglas para eliminar barreras, establecer procedimientos más eficientes y rápidos y, sobre todo, dar segundas oportunidades a los emprendedores que hayan fracasado y arrastren deudas a sus espaldas.

Según un reciente Eurobarómetro, uno de cada dos europeos (49%) no se embarcarían en un negocio por miedo al fracaso. Un temor vinculado al estigma social que acarrean los proyectos fallidos y a la imposibilidad de pagar las deudas, algo muy presente en Europa. "Queremos apoyar a los emprendedores que fracasen de forma que vuelvan a levantarse rápidamente, salgan y lo intenten con más sabiduría", explica el vicepresidente de la Comisión Europea, Frans Timmermans.

Hasta ahora, los plazos de rehabilitación oscilan en la UE entre 1 y 10 años y en ocasiones requieren el pago de un determinado porcentaje de la deuda pendiente lo que hace que muchos no puedan volver a emprender. La nueva propuesta de directiva aboga porque aquellos emprendedores que hayan fracasado en un negocio se vean liberados automáticamente de las deudas pendientes y de la imposibilidad de lanzar nuevos negocios en un plazo máximo de tres años.

Los gobiernos europeos podrán poner en marcha, no obstante,medidas para evitar abusos como períodos más largos de rehabilitación para los emprendedores que hayan actuado de mala fe o que hayan vulnerado las normas éticas de su profesión y hayan sido condenados. Además, podrán imponer obligaciones de repago de una parte como una condición para obtener una liquidación completa aunque proporcionales a los ingresos disponibles.

REESTRUCTURACIÓN TEMPRANA

La iniciativa descansa sobre otros dos elementos clave: la creación de principios comunes para utilizar los marcos de reestructuración temprana, de forma que las empresas puedan continuar con su actividad y preservar y crear empleo si es posible, y medidas dirigidas a los Estados miembros para mejorar la eficiencia en los procedimientos de insolvencia. Bruselas propone establecer un período de cuatro meses durante el que empresas y acreedores puedan negociar un acuerdo sobre un quita que permita garantizar la viabilidad del proyecto. El objetivo es evitar la liquidación en la medida de lo posible y proteger al máximo el empleo.

Según los datos que maneja la Comisión, el 50% de las empresas que se crean en la UE no sobreviven más allá de cinco años. Bruselas pretende romper con esta situación y sacar adelante un viejo proyecto enmarcado en la unión del mercado de capitales que deberá pasar ahora el tamiz de los Estados miembros y del Parlamento Europeo.

Empujón a las star ups

En Europa no faltan ideas innovadoras pero muchas veces las nuevas empresas o star ups que quieren abrirse paso en el mercado se encuentran demasiadas barreras que minan sus posibilidades de llegar algún día a convertirse en negocios de éxito. A ellas se dirige una nueva iniciativa de la Comisión Europea centrada en tres pilares: mejorar el acceso a la financiación por medio de un nuevo fondo de capital riesgo paneuropeo al que aportará 400 millones de euros para financiar star ups y que deberá multiplicar por tres su capacidad financiera, facilitar las segundas oportunidades y simplificar las declaraciones tributarias. Además, Bruselas reforzará la red "star up Europe" y anuncia nuevas medidas en 2017 para facilitar el acceso on line a información, procedimientos o asesoría sobre el mercado interior. "Hoy en día no se benefician plenamente de las oportunidades del mercado interior. Lanzar y construir una empresa en Europa tiene que ser más simple y Europa debe convertirse en la primera elección para desarrollar ideas de negocio en empresas exitosas", reivindica la comisaria de Mercado Interior, Elzbieta Bienkowska.