El triángulo crisis/devaluación salarial/pobreza persiste con la recuperación y ha profundizado en la desigualdad de las familias. Mientras los salarios más bajos siguen cayendo desde 1990, las retribuciones del 1% de los que más ganan han aumentado casi un 20%. En España concretamente los salarios más bajos han caído el 28% desde el 2008, según el informe sobre impacto de las diferencias salariales en los hogares que ha presentado la organización Oxfam Intermón.

España era, en el 2014, el cuarto país de Europa con más diferencia de renta. Esta situación dejó el año pasado al 28,6% de población en riesgo de pobreza y exclusión. En términos absolutos, son más de 13,2 millones de personas.

Pese a los signos de recuperación de la economía, la brecha entre ricos y pobres aumenta y se consolida el hecho de que tener un trabajo no garantiza que se salga de la pobreza. El recorrido que ha hecho Oxfam por los datos estadísticos dibuja un panorama de carencias: mientras en el 2006, el 10% más rico disfrutaba de una renta 10 veces superior al 10% más pobre, en el 2015 la diferencia es 15 veces más.

La devaluación salarial impuesta por las empresas con la excusa de la crisis ha supuesto que los salarios hayan caído entre el 2008 y el 2014, el 6,1%. Pero no ha afectado igual a todo el mundo, ya que los que más ganaban, han seguido incrementado sus retribuciones mientras que los sueldos medios y bajos han sufrido los recortes.

RICOS Y POBRES

Quienes forman el 10% de la población que tiene los sueldos más bajos, en torno a los 375 euros al mes, han sufrido una bajada del 28% entre el 2008 y el 2014. Oxfam calcula que el 30% de la población que menos cobra ha perdido más del 18% de su poder adquisitivo, a los que hay que sumar el 8% de los que tienen sueldos medianos. Eso supone que el 60% de los trabajadores ha visto reducida su nómina en el 10%, mientras que los sueldos más altos, de una media de 5.628 euros, han aumentado.

Las mujeres y los jóvenes son los que han padecido los recortes. Oxfam sitúa la brecha salarial de género en el 18,8% y asegura que el 21% de trabajadores menores de 24 años está en riesgo de pobreza y exclusión.

SALARIO MÍNIMO

La organización no gubernamental sugiere varias medidas ante la llegada del nuevo Gobierno y el inicio de una nueva legislatura, el principal, la subida del salario mínimo interprofesional (SMI), como han reclamado los sindicatos y los partidos de la oposición. El incremento debería ser progresivo en los próximos cuatro años, hasta llegar a los 1.000 euros en el 2020, "suficiente para cubrir los derechos y necesidades básicas", dice Oxfam.

España tiene uno de los salarios mínimos más bajos, ocupa la penúltima posición (solo antes que Grecia) entre los países de la Europa de los Quince. Durante la crisis ha caído un 1,7%. En términos de poder adquisitivo, es decir, eliminando las diferencias de precios entre países, asciende a 848 euros. Frente a ello Alemania y Luxemburgo cuentan con salarios mínimos de 1.443 y de 1.613, respectivamente, según datos de 2016.

Una de las propuestas más innovadoras de Oxfam para estrechar la desigualdad es establecer por ley medidas de equidad redistributiva, con una escala en la que el salario más alto no supere en más de 10 veces al salario medio en cada centro de trabajo, asegurando así que si se incrementa el salario máximo sube en la misma proporción todas las retribuciones de la plantilla.