La economía española sigue «capeando mejor que otros países» la «compleja y preocupante» situación de «desaceleración» internacional, indicó ayer la ministra de Economía de España, Nadia Calviño, al término de su participación en la asamblea anual del FMI y el Banco Mundial.

«España es considerado como uno de los países que están demostrando más capacidad de resistencia en un contexto internacional marcado por la desaceleración», afirmó Calviño en rueda de prensa en la capital estadounidense.

Asimismo, remarcó que la economía «sigue capeando mejor la compleja situación internacional con un crecimiento que se mantiene sólido» al citar las «aportaciones sólidas de la demanda externa e interna, baja inflación, y positiva tendencia en el mercado laboral».

No obstante, advirtió que «una economía tan abierta como la española no puede aislarse de una situación económica internacional preocupante» en referencia a la «desaceleración sincronizada» de la que ha alertado el Fondo.

El FMI rebajó esta semana las previsiones de crecimiento para España al 2,2% este año y 1,8% el próximo, en ambos casos una décima menos que en julio, pero por encima de la media de las previsiones de la zona euro, que el organismo ubicó en el 1,2% en el 2019 y 1,4% para el 2020.

Calviño citó como uno de los principales riesgos para la economía global la persistente incertidumbre en torno al brexit.

A ello agregó las tensiones comerciales «avivadas» por los recientes aranceles impuestos por EEUU a la UE, entre ellos productos españoles como el queso o el aceite oliva, que calificó de «inaceptables».

La asamblea reunió esta semana en Washington a los líderes económicos de los 189 países miembros del FMI, con conferencias y encuentros para discutir la desigualdad económica o la automatización de la fuerza laboral.