El Instituto Nacional de Estadística (INE) sigue, poco a poco, traduciendo en cifras el impacto económico de la pandemia. En el primer trimestre del año, con solo dos semanas afectadas por el estado de alarma, el ahorro de las familias se disparó hasta el 11,2% de su renta bruta, el mayor nivel desde el 2009 (con la anterior crisis financiera), afectado por el parón del consumo ligado al confinamiento y por la precaución ante la incertidumbre máxima provocada por la pandemia.

En el lado de las administraciones, el aumento de las necesidades de gasto para atender la emergencia sanitaria elevó el déficit público hasta los 9.167 millones de euros, con un incremento del 134% sobre los 3.915 millones del primer trimestre del 2019. Si se eliminan los efectos estacionales y de calendario, la necesidad de financiación de las Administraciones Públicas se sitúa en el 3,9% del PIB trimestral, 1,2 puntos más que en el trimestre anterior. Según las cifras del ministerio de Hacienda, el déficit del Estado se disparó hasta el 2,88% del PIB hasta mayo y fue el doble del de un año atrás.

Las empresas, después de invertir el 4,2% menos, lograron ahorrar en el primer trimestre (5.220 millones).