CCOO y UGT alertaron ayer de que el final del año puede llegar de la mano de una bajada generalizada de salarios, como consecuencia de la crisis económica de la covid-19. Las centrales trabajan con el escenario de que muchas empresas aprovecharan los mecanismos legales existentes para descargar parte de la facturación perdida desde la irrupción de la pandemia a los sueldos. Así lo manifestaron ayer en rueda de prensa los máximos dirigentes de CCOO y UGT y las patronales no les llevaron explícitamente la contraria más tarde en sus intervenciones en el Congreso.

Los líderes de CEOE y Cepyme pidieron mayor flexibilidad al Gobierno para gestionar la crisis y para ello demandaron no tocar algunos aspectos de la reforma laboral del 2012 y reforzar otros, como el descuelgue de las condiciones del convenio.

«Hay un riesgo muy grande de intensa devaluación salarial en la segunda mitad del año», alertó el secretario general de CCOO, Unai Sordo. Algo que, según consideró su homólogo de UGT, Pepe Álvarez, «solo hundiría la economía», «frenaría el consumo» y supondría un «obstáculo» para salir de la crisis. Las centrales temen un escenario similar al que se produjo durante la crisis financiera y una vez instaurada la reforma laboral del PP en el 2012.

Los sindicatos señalaron que la prevalencia del convenio de empresa sobre el sectorial, el fin de la ultraactividad en los convenios y el mayor margen concedido a las direcciones para la externalización de servicios se tradujo, entre otros factores, en una pérdida de poder adquisitivo de la que la media de trabajadores españoles comenzaban justo a salir antes de la llegada del virus. A cierre del 2019, según los últimos datos de la encuesta de costes laborales del INE, los españoles tenían el 5,8% menos de poder de compra que antes de estallar la crisis financiera.

Es por ello que CCOO y UGT instaron ayer al Ministerio de Trabajo a que reabra las mesas de diálogo social para negociar la derogación de parte de esa reforma laboral del PP, que la irrupción de la pandemia interrumpió. Pues temen que si dicha supresión no llega antes de finalizar el verano, a las caídas del PIB pronosticadas por la gran mayoría de casas estudios le acompañará un desplome de los salarios. «Tiene más peligro que un cocodrilo en el Duero», manifestó Sordo.

CONVENIOS PARADOS / Hasta la fecha la negociación colectiva se ha visto significativamente interrumpida por la pandemia. Entre marzo y mayo se han firmado 259 convenios, que afectan a 148.673 trabajadores; cuando para las mismas fechas del año anterior se habían firmado 627 convenios que afectaban a 1,28 millones de asalariados. El marco entre patronales y sindicatos, que acuerdan trianualmente, vence este 2020 y las partes tienen pendiente renovarlo.