Se le acaba el tiempo a Pedro Sánchez. Después de siete meses como presidente del Gobierno, los sindicatos han decidido darle un toque de atención para que pase de las buenas intenciones a los hechos. CCOO y UGT iniciaron ayer un «proceso de movilización» que tendrá como punto álgido una gran asamblea el próximo 8 de febrero en Madrid en la que se reunirán los cerca de 10.000 sindicalistas de ambas formaciones para exigir al Ejecutivo los cambios en la reforma laboral que les llevan prometiendo todos estos meses, y en la reforma de las pensiones.

«Ya no es tiempo de hablar, es tiempo de hacer», señaló el secretario general de CCOO, Unai Sordo, tras su primer encuentro del año con su homólogo en UGT, Pepe Álvarez, en el que acordaron llevar a cabo diferentes asambleas en los centros de trabajo a partir de ayer y ese gran acto sindical en Madrid para advertir al Ejecutivo de que le toca «mover ficha». «Queremos que el Gobierno sepa que no vamos a esperar a que acabe la legislatura para derogar algunos de los aspectos fundamentales de las reformas del PP», agregó Álvarez.

Más allá de las asambleas y de la macroreunión sindical, ni CCOO ni UGT prevén extender estas medidas de presión al resto de los trabajadores. No obstante, ambos dirigentes recordaron que muchos ya han realizando sus propias «micromovilizaciones», como los trabajadores de Alcoa que ayer se manifestaron frente a la sede del Ministerio de Industria.

Estas movilizaciones tendrán su punto culminante el próximo 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, con la convocatoria de paros de dos horas por turno por parte de ambos sindicatos y la posibilidad de que algunos sectores, «por sus particularidades y reivindicaciones, puedan hacerla de 24 horas».

DE LA FRASE FÁCIL AL BOE / Los sindicatos, las patronales CEOE y Cepyme y el Ministerio de Trabajo llevan desde la llegada al Gobierno de Pedro Sánchez negociando algunos cambios parciales en la reforma laboral del 2012. De hecho, a mediados de diciembre, las centrales llegaron a anunciar un acuerdo con el Ejecutivo que recogía la ultraactividad de los convenios y la implementación de un registro de jornada obligatoria. Sin embargo, dicho acuerdo no contaba con el ok de la patronal. Los sindicatos insisten en que es el momento de oficializar aquellos textos cerrados por CCOO, UGT y el Gobierno entre los que se encuentran estas medidas pero también otras como la recuperación del subsidio para mayores de 52 años o la prevalencia del convenio sectorial sobre el de la empresa, aunque la patronal no esté de acuerdo.

«Emplazamos al Gobierno a que mueva pieza y que no otorgue a la CEOE derecho de veto sobre las negociaciones», señaló Sordo. «Desde el Gobierno tienen que pasar de la frase fácil al BOE, yo he oído a todos sus miembros diciendo que esta situación de precariedad laboral y de brecha salarial es insoportable. Pues además de decirlo, tienen que hacer algo», añadió Álvarez.

No obstante, ambos sindicatos dicen sentirse «más ilusionados que nunca» y advierten al Gobierno de que no busque excusas sobre la falta de apoyos. «Habrá quien piense que el voto del PDECat puede ser determinante. Tenemos serias dudas de que pueda situarse a la contra de medidas de justicia social», dijo Álvarez. Por su parte, los sindicatos también se dirigen con este toque de atención a las organizaciones empresariales para que incorporen a los convenios lo acordado en julio: una subida salarial del 3% en los próximos tres años y mínimo de 1.000 euros mensuales en todos los nuevos convenios laborales.

Además, los sindicatos reclaman al Gobierno la reforma de las pensiones del 2013, así como una «apuesta decidida» por la igualdad de género en España para que las cuestiones sociales vuelvan a ocupar el centro del debate social y político. En este sentido, ambos dirigentes tildaron de «surrealista y un poco marciano» el debate abierto en España en los últimos meses. «No vamos a renunciar a ninguno de los logros de igualdad y lucha violencia machista que este país ha ido logrando en los últimos años».