Con el fracaso de una negociación salarial para este año a sus espaldas, los agentes sociales se tienen que poner a negociar ahora la renovación del III acuerdo interconfederal para la negociación colectiva (AENC) cuya vigencia acaba en diciembre próximo. Los sindicatos desean que el diálogo no se alargue en el tiempo y pueda haber un pacto antes de que acabe el año, para lo que emplazan a las organizaciones empresariales a reunirse en dos semanas.

Los secretarios de Acción Sindical y Política Sindical de CCOO y UGT, Mercedes González y Gonzalo Pino, respectivamente, han remitido una carta a los presidentes de CEOE y CEPYME, Juan Rosell y Antonio Garamendi, para reunir urgentemente, a ser en la primera quincena de septiembre, a la comisión de seguimiento del AENC.

Referencia para los convenios

Las centrales quieren sondear la disposición al acuerdo de los empresarios, toda vez que desde finales del 2016 y durante el primer semestre de este año no lograron pactar un acuerdo que fuera la referencia de subida salarial para la negociación de los convenios de este año.

Las principales causas del fracaso fueron la distancia que les separaba sobre la cuantía de la subida de sueldos (el 2% admitió la patronal frente al 3% de la petición sindical) y, sobre todo, la negativa de la CEOE y de la CEPYME a incluir una cláusula de revisión salarial en caso de la subida de los precios.

En julio la media de incremento de los convenios firmado fue del 1,33% y la inflación fue del 1,5%, aunque en agosto ha subido una décima.

Para el 2017, el AENC fijaba que los salarios subirían de acuerdo con la evolución del PIB del año anterior y las previsiones del Gobierno, que en estos momentos fijan un crecimiento de la economia por encima del 3%.

La carta remitida por los números dos de ambas centrales señala que antes de tramitar una petición formal de reunión de la comisión de seguimiento quieren "sondear las perspectivas y posibilidades de avanzar de manera consensuada en la definición de un nuevo marco de referencia compartido para los próximos años" y saber la disposición de los empresarios a llegar a un acuerdo.

Las centrales no quieren perder un tiempo precioso, como a comienzos de este año, en reuniones sin vislumbrar si el pacto es posible. Y en caso de que la impresión sea negativa, establecerán una estrategia de movilizaciones para el otoño.