La Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE) ha presentado hoy su informe estratégico para la recuperación de la crisis del Covid-19, poniendo sobre la mesa un escenario que empeora las previsiones iniciales que situaban hace unas semanas la caída del PIB en un 5%. Hoy lo coloca entre un 8 y un 15%. Para la CEOE las claves estarán en recuperar el control sobre los despidos (y los ertes), evitar las subidas de impuestos y dar un mayor control a las comunidades autónomas, ayuntamientos y organizaciones empresariales para pilotar la desescalada.

La propuesta, elaborada con la colaboración de Deloitte y Esade, sostiene una serie de medidas encaminadas a la reactivación económica. Iñigo Fernández de Mesa, vicepresidente de la patronal empresarial, ha señalado en la presentación de este informe que es una pena que (desde el Gobierno) no se haya contado con las organizaciones empresariales, en el sentido que son éstas junto a las comunidades autónomas y a los ayuntamientos las que disponen de mejor y mayor información sobre el ámbito local, pieza clave en la reactivación económica en el proceso de desescalada. Es vital que las comunidades autónomas y los ayuntamientos marquen la pauta en el proceso de vuelta a la actividad, apunta Fernández de Mesa.

TRES ESCENARIOS POST-COVID

Desde la CEOE proponen sentar las bases de un nuevo modelo económico que fomente la competitividad española. En su informe se plantean tres escenarios, todos con impacto negativo sobre el PIB. En el mejor de los casos, sin un repunte de infecciones por el coronavirus en otoño, la caída del PIB se estima en un 8%. Si se produjese ese rebrote por la falta de reacción en los frentes sanitarios y económicos, la reducción del producto interior bruto podría colocarse en un 12%, mientras que en un escenario totalmente adverso que impacte sobre la movilidad y la actividad económica la reducción podría llegar a ser de un 15%.

Para la patronal es clave definir un buen escenario sanitario que permita afrontar la reanudación de la economía con total seguridad. A partir de ahí también reclaman que se agilice la llegada de la liquidez a las empresas que han sufrido una reducción de ingresos por falta de actividad (obligada) y que deben seguir afrontando buena parte de sus costes. Para ello se plantea la necesidad de ampliar el alcance de las medidas tributarias y de cotizaciones sociales adoptadas. Esto supone agilizar el proceso administrativo de las líneas ICO, y deberían ofrecerse tantas como sea necesario y, sobre todo, que lleguen a tiempo, explica Fernández de Mesa.

La protección de las empresas para evitar los cierres, algo que según el vicepresidente de la CEOE nos colocaría en una situación de especial vulnerabilidad de cara a los inversores extranjeros, pasaría por evitar de entrada el aumento de los impuestos y la carga tributaria a las empresas.

MAYOR CONTROL SOBRE LOS ERTE

Para fomentar la apuesta empresarial habría que suprimir las cuotas empresariales a la Seguridad Social en ertes y reducir las cuotas sociales para las empresas que se comprometan a mantener el empleo en condiciones y plazos delimitados, recuperando así el control sobre los despidos. En este sentido, Fernández de Mesa señala que hay empresas que incluso pudiendo presentar ertes no lo hacen, por lo que sería justo darles algún tipo de estímulo fiscal.

El tema de los ertes será complicado de resolver y precisa de un marco regulatorio estable y claro. Para la CEOE la línea entre un erte de fuerza mayor y por causas económicas es muy final, por lo que habría que delimitar muy bien las acciones en cada caso. No puede ser una medida con medias tintas, afirma el directivo de la patronal empresarial.

Proponen acompasar los costes con la recuperación de la actividad y la demanda, reduciendo elementos que parezcan rígidos. Para ello, se plantea prolongar las medidas excepcionales en materia de suspensión de contratos de trabajo y reducción de jornada y articular otras nuevas, de manera que se permita adecuar la plantilla de las compañías a la paulatina recuperación de la actividad, limitando el alcance del compromiso del mantenimiento del empleo y los efectos de su posible incumplimiento.

MÁS MOTORES ECONÓMICOS

Desde la CEOE llaman a reactivar la industria, intensificando y potenciando las actividades de I+D+I con planes de financiación público-privada. Los sectores que supongan un motor económico son tractores para muchos sectores auxiliares. El sector financiero, el energético, el de tecnología y comunicaciones, y las infraestructuras, construcción e inmobiliaria son motores para movilizar nuestra economía, pero debemos incrementar el peso de otros sectores.

El turismo y la hostelería (un 12,3% del PIB), el sector industrial (14% del PIB), el transporte (4% del PIB ) y el comercio (13% del PIB), son claves, pero desde la CEOE consideran que el sector sanitario también requiere esas mejoras ya que representa el 6% del PIB y se ha posicionado como el primero en tener que reaccionar a la crisis.

En su batería de medidas reactivar la economía, se propone un cambio en materia de concursos (para no tener que declararlo si la causa de la insolvencia es el Covid-19), así como revertir las capacidades expropiatorias del estado de alarma. También proponen la eliminación de límites a la compensación de Bases Imponibles Negativas y a la deducción de los gastos financieros del Impuesto Sobre Sociedades.

APOSTAR POR EL TELETRABAJO

De cara a la reactivación la CEO reclama pragmatismo y potenciar diferentes aspectos productivos como flexibilizar las relaciones laborales, ofrecer una mayor implementación del teletrabajo y mejorar la adaptación de la jornada laboral. España no es uno de los países de Europa que tenga más desarrollado el teletrabajo y eso puede actuar en nuestra contra en este proceso de recuperación. Debemos adoptar todo lo que sea facilitar el empleo.

Eso quiere decir que probablemente algunos trabajadores deberán buscar sus horizontes laborales en otros sectores. La digitalización y la reducción de la brecha digital también deben jugar un papel clave en la educación y el nuevo despegue económico.

También proponen incentivar la oferta de vivienda en alquiler para favorecer la movilidad geográfica y la capacidad de emplear a las personas. En el caso de establecer ayudas a rentas, estas deberían ser eficientes, transitorias, y enfocadas a la reempleabilidad de sus beneficiarios, apunta el informe de la CEOE.