Una docena de individuos, no más, forman parte del círculo de confianza de Vladimir Putin. Y, según algunos medios rusos, solo tres tienen el privilegio de poder llamar al presidente ruso a cualquier hora del día y de la noche. Sergey Chemezov, el alto cargo ruso que se ha hecho con una villa en la Costa Brava, es uno de ellos. Según el propio departamento del Tesoro de EEUU, Chemezov es un aliado de confianza del presidente Putin. Esa fue la razón por la que la Administración estadounidense decidió incluirle en las personalidades rusas a las que imponía sanciones por la ocupación de Crimea en el 2014. Desde entonces, no puede entrar en territorio de EEUU.

La relación de Chemezov con Putin viene de lejos. Posiblemente sea unos de sus amigos más antiguos. El actual presidente de Rostec, la gigantesca empresa estatal rusa dedicada a la tecnología civil y militar, es amigo personal del presidente ruso desde hace más de 30 años. Concretamente, desde que él y Putin eran espías del KGB y estaban destinados en el cuartel general que ese servicio de inteligencia tenía en la ciudad de Dresde, en la entonces Alemania Oriental.

En aquellos años, ellos y sus familias vivían en apartamentos del mismo edificio. La dificultad de la misión y la sensación de aislamiento forjaron fuertes vínculos entre sus familias. Vivíamos en la misma casa, nos comunicábamos de manera cercana. En un largo viaje al extranjero, uno siempre comunica con compatriotas, explicó Chemezov en una entrevista.

Aquellos años en Dresde establecieron una relación de lealtad que se prolongó en el tiempo. Durante todo este tiempo, la carrera de Chemezov ha estado siempre a la sombra de Putin, acompañándole en su ascenso y ocupando tareas clave. "No me esconderé: Vladimir Vladimirovich me recomendó al puesto de jefe del departamento de relaciones económicas exteriores", explicó a Itogi, uno de los semanarios rusos más influyentes.

EN RUSIA UNIDA

Así, tras la caída de la URSS, Chemezov lideró el departamento de Relaciones Económicas Exteriores en la Oficina de Asuntos Presidenciales, a las órdenes de Putin. En 1999, Chemezov pasó a ser presidente de Promexport, primero, y luego de Rosoboronexport, las compañías que tenían la exclusiva para exportar material militar. Más tarde, en el 2007, mediante un decreto presidencial, Putin nombró a Chemezov presidente de Rostec, la empresa que él mismo creó para agrupar a toda la industria militar y civil del Estado ruso. En ese puesto, Chemezov comanda la principal empresa rus ade fabricación de armas, uno de los sectores más estratégicos de la economía rusa.

Desde el 2006, Chemezov forma parte también del Consejo Supremo de Rusia Unida, el partido de Putin, en el que lidera un proyecto de innovación tecnológica. Amante de la caza, una actividad a la que se aficionó durante su estancia en la RDA, este alto cargo ruso reconoce su predilección por las armas de colección, en especial, la pistola soviética Tokarev.