China ha decidido hacer frente a los síntomas de desaceleración económica, a falta de un mes para reanudar las conversaciones con EEUU para evitar la guerra comercial. El Banco del Pueblo, el banco central de China, ha anunciado que recortará en 50 puntos básicos la ratio de reservas exigidas a las entidades bancarias para situarlo en su nivel más bajo desde 2007.

Con la medida, que entrará en vigor el próximo 16 de septiembre, se inyectará liquidez en la economía por valor de 900.000 millones de yuanes (114.600 millones de euros) según los cálculos del propio banco central.

En el caso de los bancos que operan mayoritariamente en áreas rurales, la entidad rebajará la ratio de exigencia de reservas en 100 puntos básicos en dos fases, una el 15 de octubre y otra el 15 de noviembre. Sin tener en cuenta el lugar en el que desempeñen la actividad, la ratio de reservas general para los bancos más grandes queda en el 13% y en el 10% para los que tengan un menor tamaño. El cambio en las reservas tiene como objetivo impulsar la demanda aumentando el flujo de crédito hacia las pequeñas empresas y sigue la estela de las anteriores rebajas que Pekín anunció este año. En enero «liberó» 800.000 millones de yuanes (101.800 millones de euros) y en marzo, 280.000 millones (35.640 millones de euros).

Una de las consecuencias más directas de la medida anunciada por las autoridades chinas es la remontada que registra la cotización del yuan. Este rebote, de paso, apacigua el temor a una guerra de divisas. Los efectos de la reciente guerra comercial entablada entre entre EEUU y China ha elevado la presión sobre el ritmo de crecimiento del gigante asiático. Para este año las previsiones oficiales auguran un crecimiento en China del 6% al 6,5%, por debajo del 6,8% con el que cerró el año pasado.