"Por supuesto que pagaremos pero no estamos de acuerdo con los impuestos discriminatorio", ha dicho esta mañana Juan José Litrán, director de relaciones corporativas de Coca-Cola Iberiatras la presentación de un nuevo envase en lata, más pequeño, de 250 mililitros, con el que la compañía de refrescos dice que quiere contribuir a que el consumidor controle el consumo de azúcares.

La multinacional no ha cuantificado aún cuál será el coste este año del pago de este impuesto en Catalunya ni si se trasladará al precio, cuestión ésta que deja en manos del vendedor si decide aumentar el precios de las latas.

"Sólo se penaliza a algunos", se ha quejado Litrán, aunque no ha querido señalar a otros productos que también contribuyen al aumento de la obesidad a los que, en su opinión, igualmente se debería grabar.

REDUCCIÓN

Según la firma "los consumidores quieren que controlemos la ingesta de azúcar", por lo que asegura haber reducido un 38% su contenido por litro en España. Aún está lejos del 10% como máximo del total de calorías que recomendó la Organización Mundial de la Salud (OMS) en el 2005. Espera otra reducción del 12% hasta el 2020.

Las ventas han descendido en los últimos años en cuanto al producto original aunque han aumentado las de las versiones de Coca-Cola bajas en calorías. No obstante, la firma no ha dado datos al respecto.