La compraventa de viviendas bajó un 3,3% en el 2019 con respecto al año anterior, hasta un total de 501.085 operaciones, debido al retroceso de las operaciones sobre viviendas de segunda mano, ya que las realizadas con viviendas nuevas se incrementaron un 1,2%, según informó ayer el Instituto Nacional de Estadística (INE). Los efectos de ralentización del mercado de la ley hipotecaria, el menor crecimiento económico registrado en los trimestres centrales del año y la reducción de las compras por parte de extranjeros (británicos) por el brexit han tenido que ver con la evolución de ese mercado. El descenso anual del 2019 supone que la compraventa de viviendas rompe con siete años de aumentos consecutivos después de que subiera un 2% en el 2014; un 11,5% en 2015; un 14% en el 2016; un 15,4% en el 2017 y un 10,8% en el 2018.

CRISIS DEL 2009 / En el periodo de crisis, los peores años para las transacciones de vivienda fueron el 2009 y el 2008, en los que estas operaciones se desplomaron un 25,1% y un 28,8%, respectivamente. En 2012 y 2011, aún se registraban descensos de dos dígitos (11,5% y 18,1%), mientras que en el 2013 la caída se moderó hasta el 1,9% por el fin de los beneficios fiscales para la adquisición de vivienda. No obstante, por segundo año consecutivo se ha cerrado el ejercicio por encima del medio millón de operaciones de compraventa. «Estos datos demuestran que el sector inmobiliario atraviesa un buen momento y prueba de ello son las 501.085 compraventas registradas durante 2019, segunda vez que se supera el medio millón desde que estalló la crisis», comentó Ismael Kardoudi director de Estudios de Fotocasa.

El retroceso de la compraventa de viviendas en 2019 se ha debido a la contracción experimentada en las operaciones sobre pisos de segunda mano, que bajaron un 4,2%, hasta 408.241 transacciones. Por contra, las operaciones sobre viviendas nuevas se incrementaron un 1,2% el año pasado, hasta sumar 92.844, con lo que acumulan ya tres años consecutivos de avances. No obstante, el de 2019 ha sido el crecimiento más moderado en dicho periodo. «La vivienda de obra nueva mantiene el interés en un segmento muy determinado de la población. No obstante, todavía hay déficit de oferta de este tipo de vivienda y, en cambio, hay una gran demanda latente interesada en comprar vivienda de obra nueva por lo que el este tipo de vivienda puede tener bastante recorrido los próximos años», insistió Kardoudi. Pero el efecto de la entrada en vigor de la ley hipotecaria se dejo notar sobre el número de operaciones. El decreto que regula el crédito hipotecario fue aprobado un junio y agosto resultó uno de los peores meses del año, con poco más de 35.000 operaciones realizadas, aunque en los meses siguientes se produjo una recuperación. Los datos hipotecarios apuntan en la misma dirección. Los meses de junio, julio y agosto registraron importantes descensos en la concesión de hipotecas. Los compradores pararon operaciones a la esperar de que se concretaran determinados preceptos de la ley, como la aplicación tecnológica pata transmitir la información notarial.

SOLIDEZ / La falta de oferta es otro de los factores que consideran los expertos han tenido efecto en la caída. «la venta es sólida, pero el problema es que no hay mucha obra nueva por vender que es la que realmente esta creciendo más», explico Óscar Gorgues, gerente de Cámara de la propiedad Urbana de Barcelona. «Esa falta de oferta se está notando en los precicos», añadió

Los precios, sin embargo, no retrocedieron. Los notarios españoles ya comunicaron el martes un indicador a la baja sobre la compraventa de viviendas prácticamente idéntico al del INE (-3,4 %), aunque precisaron que el precio medio por metro cuadrado fue el más alto desde 2011: 1.438,24 euros frente a 1.407,63 euros de 2018 (un 2,17 % más). El Colegio de Registradores, por su parte, apuntó que, según su índice, la vivienda ha subido el 7,2 % en el 2019, para acumular un alza del 37,2%, aunque aún están un 11,9% por debajo de los máximos. Baleares encabezó los resultados trimestrales, donde los extranjeros realizaron el 35,1% de las compras. Le siguen la Comunidad Valenciana (27,1%), Canarias (25,3%) y Murcia (18,6%).