Los concesionarios están viviendo un verano más ajetreado de lo normal. Y no porque haya habido un aluvión de ventas, sino por sus ansias de automatricular vehículos en estoc antes del 1 de septiembre, fecha a partir de la cual todos los coches que se matriculen deberán haber pasado las pruebas de homologación de emisiones WLTP, una forma "más realista" de medir las emisiones de CO2 de los vehículos.

Solo del 1 al 19 de agosto las matriculaciones en Madrid, sede de la mayoría de marcas, aumentaron el 92,1% respecto a la misma fecha del 2017; curiosamente, los días que eligen la mayoría de comerciantes de la capital para cerrar sus locales por falta de clientes, los concesionarios registraron cifras récord. Algo que se podía prever con los datos de julio cuando las matriculaciones aumentaron el 20% respecto al 2017 (131.176 unidades). Entonces, los particulares registraron un aumento del 10%, pero empresas y alquiladores del 29,5% y del 31,3%, respectivamente. Unas cifras que dan que pensar sobre la posibilidad de automatriculaciones, sobre todo si se comparan con las de mayo y junio que crecieron mucho menos en general (7,2% y 8%) y solo el 13% tanto por parte de las empresas como de alquiladores (a excepción de los alquiladores en mayo que tuvieron un retroceso del 4,7%).

"Ha habido este desfase porque hay marcas que lo han hecho muy bien y tienen muy pocas unidades de estoc, pero hay otras que lo han hecho peor y han tenido que matricular miles y miles de unidades", explicó a EL PERIÓDICO el portavoz de la patronal Faconauto, Raúl Morales. Además, la tasa de bajas por vehículo nuevo ha caído del 59% a finales de 2017 al 53% en el primer semestre, según Anfac, es decir, tal incremento en las matriculaciones no ha tenido una correlación en las bajas.

Nuevas homologaciones

El motivo de tanto nerviosismo es la desaparición del Nuevo Ciclo de Conducción Europeo (NEDC, por sus siglas en inglés), una especie de DNI del vehículo que calcula el consumo y las emisiones de CO2 basando sus resultados en un test de laboratorio. A partir del 1 de septiembre no se podrá matricular ningún vehículo bajo este procedimiento, por eso los concesionarios y las marcas intentan automatricular todos los vehículos homologados con NEDC para poder, al menos, venderlos como 'kilómetro cero' (tienen hasta el 1 de septiembre del 2019).

El NEDC llevaba en funcionamiento desde los 80 y su fórmula se había quedado obsoleta ante la evolución de la tecnología y de las condiciones de conducción, y señalada por el escándalo del 'diéselgate', por lo que la Unión Europea ha desarrollado un nuevo método denominado Procedimiento Mundial Armonizado para Ensayos de Vehículos Ligeros (WLTP, por sus siglas en inglés) que a partir del día 1 del mes nueve se mantendrá como único. Su principal diferencia con el anterior es que introduce condiciones más estrictas e impone a los vehículos nuevos la necesidad de ser homologados con mediciones reales (test RDE) según equipamiento, motorización y versión, lo que produce un resultado más realista (y elevado).

Impuesto de matriculación

Para calcular el impuesto de matriculación se utiliza como base el nivel de emisiones, si estas son inferiores o iguales a 120 g/km, 160 g/km y 200 g/km de CO2, se pagará el 4,75%, el 9,75%, el 14,75%, respectivamente; si es menos de 120g/km estará exento. Hasta ahora, solo el 20% de los vehículos matriculados pagaban este impuesto, pero con la medición WLTP ese porcentaje aumentaría entre el 70% y el 80%, según Faconauto.

Por eso, el anterior Gobierno aprobó una moratoria de septiembre a diciembre del 2018 para calcular este impuesto con un valor correlado entre el NEDC y el WLTP, es decir, una media entre las emisiones de todas las versiones de un mismo modelo, que aumentará en 5 gramos esta relación. El Gobierno actual estudia extender ese periodo hasta diciembre de 2020 para dar tiempo a los fabricantes a producir modelos más sostenibles que, aun con el WLTP, no obliguen a los clientes a pagar el impuesto a partir de enero del 2021.

Un impase que desde Faconauto quieren aprovechar para crear un nuevo impuesto "vinculado al uso del coche y no a la posesión". "Un cambio de fiscalidad facilitaría la renovación del parque, penalizaría a los menos eficientes, más contaminantes y más inseguros que suelen ser los más viejos", propuso Morales. El parque automovilístico español tiene una media de 12 años.

OCU pide más control en las pruebas

La Organización de Comerciantes y Usuarios (OCU) ha pedido esta semana más control en las pruebas que se realizan en los vehículos antes de su lanzamiento para evitar problemas posteriores, a raíz de las llamadas a revisión de los fabricantes Volkswagen y Daimler Mercedes-Benz a 700.000 vehículos debido a un cortocircuito en el sistema de iluminación del techo panorámico y un software no permitido que alteraba las emisiones de óxidos de nitrógeno.

Desde la OCU han recomendado a los consumidores que "por su seguridad" acudan a dichas revisiones, pero han recordado a los usuarios afectados por el dieselgate que desaconsejan la revisión propuesta por Volkswagen.