Rato fue condenado a cuatro años y medio de prisión por apropiación indebida y administración desleal en el conocido como caso de las tarjetas black, por el que los expresidentes Miguel Blesa y Rodrigo Rato, y directivos de Caja Madrid y Bankia se beneficiaron del uso de tarjetas de pago opacas al fisco. La Audiencia cifró en 12 millones lo gastado con las black: 9,3 millones, en la etapa de Blesa y 2,6 millones, con Rato. El Supremo confirmó la condena.