Google se revuelve contra Bruselas para evitar el pago de una multa millonaria. Este jueves volvió a negar públicamente las acusaciones de la Comisión Europea por supuesto abuso de posición dominante en el sector de la publicidad y en el de los servicios de comparación de precios. El otro foco de conflicto es Android, el sistema operativo para móviles que se extiende por todo el mundo. Google contraataca acusando a Bruselas de actuar sin pruebas suficientes pero su supremacía es tan evidente que requiere medidas para evitar que cualquier resultado en su buscador sea confundido con una verdad irrefutable y única.

El gigante tecnológico vuelve a recurrir a todos los mecanismos a su alcance para eludir el pago de una multa millonaria y esquivar las consecuencias de la evidencia de su éxito comercial. En un comunicado, Google acusó a las autoridades de la UE de mantener una "posición equivocada en materia de hechos, ley y economía" que podría lastrar los servicios que ofrece en favor de "pequeñas páginas web".

"Confiamos en que estos casos finalmente se resuelvan basándose en hechos y que este análisis muestre que nuestras innovación en productos han beneficiado a los consumidores y a los vendedores y han expandido la competencia", ha expresado el vicepresidente senior y asesor jurídico de Google, Kent Walker, en un artículo publicado en el blog de la empresa.

LOS TRES FRENTES

Bruselas mantiene abiertos tres frentes contra Google. El primer expediente, abierto en abril del año pasado, acusa a la multinacional de Tim Cook de favorecer de forma sistemática a su servicio de comparación de precios (Google Shopping) frente a sus rivales en los resultados del buscador. El segundo pliego de cargos acusa a Google de favorecer la instalación de su sistema operativo (Android) y de sus aplicaciones a fabricantes de dispositivos móviles. El tercer expediente, de julio de este año, fue abierto por abuso de posición dominante al sospechar que impone restricciones a terceras páginas web a la hora de ceder espacio a anuncios contextualizados de sus competidores. La Comisión aprovechó también en julio para ampliar el expediente del caso de los servicios de comparación de precios.

ARGUMENTOS

Walker defiende que el primer pliego de cargos de la Comisión Europea sobre este caso contiene una "estrecha definición" sobre los servicios de compra 'on line' que incluso excluye a Amazon de la misma. "Nuestra respuesta demostró que la compra 'on line' es muy competitiva", señala. Además, Google cree que la ampliación del expediente "no ofrece una nueva teoría" y "argumenta que puesto que páginas como Amazon en ocasiones pagan a los sitios de comparación por el tráfico, no pueden ser considerados como rivales". No obstante, Google defiende que Amazon "solo obtiene una pequeña parte de su tráfico de estos servicios, difícilmente lo suficiente para apoyar la idea de que no compite con los sitios de comparación de precios".

PUBLICIDAD INVASIVA

Esta batalla de argumentos tiene una clara traducción en los ordenadores de los usuarios. Baste una visita a cualquier página web para que publicidad invada a sus anchas la pantalla. El buscador de Google, especialmente en su servicio de 'shopping' ofrece un sesgo evidente de la realidad sin mecanismos de independencia o igualitario por parte de los oferentes. La indefensión del consumidor está servida.

USOS E INTERESES

Google expresa que el expediente de Bruselas "sigue basándose en una teoría que no se corresponde con la realidad de cómo la gente compra 'on line". "Mientras que no hay indicación de que la Comisión haya encuestado a consumidores, las prueban muestran que pueden y hacen 'click' en cualquier lado y navegan en todas las páginas que desean", destaca Walker. La Comisión defiende que no es así, y que las ofertas que aparecen dependen de sofisticadas estrategias de márketing ajenas a los intereses de los consumidores.

LA RESPUESTA

Bruselas ha confirmado la recepción de las alegaciones de la tecnológica sobre los expedientes de los servicios de comparación de precios y el sector de la publicidad, aunque ha descartado por ahora hacer alguna valoración al respecto. "Consideraremos en cada caso cuidadosamente la respuesta de Google antes de tomar cualquier decisión sobre cómo proceder. En este momento no podemos prejuzgar el resultado final de la investigación", recalcó el portavoz de Competencia de la Comisión Europea, Ricardo Cardoso.