El Congreso de los Diputados aprobó este martes, con un solo voto en contra, suspender las reglas de disciplina presupuestaria para el 2020 y 2021. El objetivo es que Estado y autonomías puedan aumentar su gasto para atender las exigencias derivadas de la crisis sanitaria y económica y que los ayuntamientos puedan usar los remanentes de años anteriores. Al amparo de esta suspensión de las reglas, el Gobierno ha aprobado un techo de gasto para el Presupuesto del Estado del 2021 que se acerca a 200.000 millones de euros, el 53% más que el del 2020.

Solo el diputado de Foro Asturias, Isidro Martínez Oblanca, votó en contra de aplicar el artículo 135.4 de la Constitución, que permite dejar en suspenso los límites de déficit y deuda pública y la regla de gasto "en caso de catástrofes naturales, recesión económica o situaciones de emergencia extraordinaria", como las derivadas de la pandemia. Todos los grupos coincidieron en señalar "que situaciones excepcionales requieren medidas excepcionales"; también los del Partido Popular y Vox, que, sin embargo, optaron por la abstención y acusaron al Gobiero de incumplir la ley por la ausencia de un plan de reequilibrio para reconducir las cuentas en un momento posterior.

"FIESTA DEL GASTO"

"Este planteamiento les va a permitir hacer lo que les venga en gana sin ningún tipo de control", dijo la portavoz popular Elvira Rodríguez. La diputada popular acusó al Gobierno de "irresponsabilidad fiscal" por haber adoptado "medidas estructurales de gasto" que pueden hacer "insostenibles" las cuentas.

"España está en serio riesgo de impago de la deuda, de insolvencia, de quiebra, de default", dijo del diputado de Vox Iván Espinosa de los Monteros. Este acusó al Gobierno de promover "una auténtica fiesta del gasto, una fiesta socialista, de las más caras", y de promover una subida de impuestos, pero su grupo optó por la abstención.

La mayor parte de los grupos que prestaron su apoyo al Gobierno también reprocharon al Gobierno la tardanza en aplicar la llamada 'cláusula de escape' de las reglas de estabilidad (la Comisión Europea lo decidió en marzo) y en permitir a los ayuntamientos poder hacer uso sin límite de los remanentes acumulados en los años de superávit.

SUSPENSIÓN TEMPORAL

La ministra de Hacienda, María Jesús Montero, insistió en que la suspensión de las reglas es "temporal" y que, en "en cuanto las circunstancias económicas lo permitan", el Gobierno presentará un plan de reequilibrio a medio plazo para reorientar las cuentas públicas. En este sentido, recordó que la previsión del Ejecutivo ya incluye una reducción del déficit público en el 2021 (del 11,3% del PIB previsto para este año al ,77%) y de la deuda pública (del 118,8% del PIB este año al 117,4% el próximo).

Montero reprochó a la derecha hablar de "fiesta del gasto" cuando la mayor parte de este se está empleando en apoyar a empresas, trabajadores y autónomos a través de ertes y prestaciones.