Devolver el protagonismo al convenio sectorial frente al de empresa ha sido el principal escollo que ha frustrado el consenso político necesario para que el Gobierno presentara un decreto ley que derogara algunos aspectos de la reforma laboral del PP, ya que en materia de ultraactividad había acuerdo mayoritario.

El Ejecutivo de Pedro Sánchez se había comprometido a derogar los aspectos «más lesivos» de la reforma laboral del PP relativos a la prioridad de los convenios, la ultraactividad o a la subcontratación, pero chocó con las discrepancias que tienen sobre los convenios los diferentes partidos que apoyaron la moción de censura, necesarios todos para unirse en votación.

En las últimas semanas el PSOE había encontrado el apoyo del PNV y del PDeCAT para llegar a un documento que, sin embargo, no satisfacía a Unidos Podemos, su principal socio de legislatura, por lo que no goza de mayoría y no saldrá adelante.

Fuentes de la formación morada señalaron a EFE que en materia de ultraactividad podría haber habido un acuerdo para que los convenios tuvieran vigencia ilimitada y no decayeran cuando lleguen a su fin, pero no así en la prevalencia del convenio sectorial sobre el de empresa.

Mientras Podemos quiere que se derogue el artículo que impone el convenio de empresa sobre el sectorial, el pacto entre los socialistas y las formaciones nacionalistas vasca y catalana pasaría por definir la prevalencia de los convenios sólo en materia de subcontratación.

El PDeCAT siempre ha abogado por aplicar el convenio sectorial de la actividad de la empresa subcontratada y la clave estaría en definir lo que es una actividad propia o no de una empresa cuando se produce la subcontratación. Se da el caso de las camareras de piso, las conocidas como kellys, a las que se suele aplicar el convenio de la empresa que las subcontrata (multiservicios) con peores condiciones que el de la empresa en la que trabajan (hostelería) o el del sector en el que se encuadran (limpieza). El PNV, por su parte, ya valoró hace unos meses la intención del Gobierno de contemplar la prevalencia de los convenios sectoriales territoriales, muy presentes en el País Vasco.

Lo cierto es que las posturas políticas se han alejado demasiado y el propio presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, parece haber tirado la toalla al señalar recientemente en un acto en Ciudad Real que es imposible derogar la reforma laboral del PP si no se cuenta con los votos necesarios para sacar un nuevo real decreto ley en la Diputación Permanente de Congreso.

CCOO Y UGT / «Economía y el presidente no quieren», señalaron a EFE algunas fuentes de Podemos que insistieron en que están dispuestos a negociar hasta el último Consejo de Ministros y han dicho que esta es su voluntad y la de los sindicatos. tanto CCOO como UGT han reclamado casi cada día al Gobierno que presente el preacuerdo al que llegaron en diciembre y que limitaba la subcontratación con la obligatoriedad de que las empresas auxiliares adopten el convenio sectorial o el de la empresa principal. Acuerdo que, sin embargo, no tenía el visto bueno de la patronal.

La ministra de Trabajo, Migraciones y Seguridad Social, Magdalena Valerio, aseguró ayer que, si el PSOE gobierna tras los comicios electorales del próximo 28 de abril, «apostaremos por incrementar las prestaciones de paternidad hasta las dieciséis semanas». Así lo señaló Valerio durante un desayuno mantenido con empresarios y autónomos en el municipio ciudadrealeño de Malagón.

La ministra destacó la subida de las pensiones que se ha producido en este tiempo y la gestión de las prestaciones de paternidad, que han subido de cuatro a ocho semanas, y que aspiran a ser dieciséis semanas de aquí a tres años.

«Es una apuesta del PSOE por la igualdad entre hombres y mujeres, y la apuesta por la corresponsabilidad en la educación de los hijos y el mantenimiento de las casas», ha indicado. Y recordó que esta semana se ha aprobado el decreto ley que incrementa la cuantía de las prestaciones por hijo a cargo.