Como fue previsible durante toda la jornada, ayer se consumó el descalabro bursátil. Otro lunes negro cerró en la bolsa española con una caída cercana al 8% (7,96%), hasta los 7.708 puntos, arrastrado por la caída del petróleo y los efectos económicos del coronavirus que amenazan con una nueva recesión. El desplome de ayer es el más abultado desde el brexit, en el que el mercado perdió casi un 12%, en una sesión de junio del 2016. El principal indicador del mercado español se situó en niveles de junio del 2013, en pleno proceso de recuperación de la gran recesión.

La caída de las bolsas en Europa se alimentó asimismo del descalabro de los principales índices estadounidenses. El Dow Jones se anotó una contracción del 7,17% a los pocos minutos de la apertura, lo que obligó a detener la cotización tal como establecen los mecanismos de funcionamiento de aquel mercado. Wall Street reaccionó así en una jornada negra marcada por la guerra del petróleo. La mayoría de los índices bursátiles en Europa también experimentaron bajadas superiores al 8%.

El enfrentamiento entre Arabia Saudí y Rusia por la producción de petróleo llevó al crudo a su peor caída desde la guerra del Golfo en 1991, y se hundió en los primeros compases de cotización en el mercado de Londres un 30%. El precio del barril de crudo Brent, de referencia para Europa, llegaba a caer ayer un 31%. A medida que avanzó la sesión, las pérdidas se situaron en el 20%.

EL PETRÓLEO / El brote epidémico ha ahogado la actividad económica y la demanda de petróleo. Como resultado, la OPEP se enfrentaba en la reunión de la semana pasada a un exceso de oferta, por lo que trató de ampliar y profundizar los recortes de producción hasta finales del 2020 para apoyar los precios del crudo. Sin embargo, como Rusia bloqueó un acuerdo, las cuotas actuales expirarán a fin de mes y Rusia aumentará su producción en las próximas semanas. En respuesta, Arabia Saudí decidió aumentar la suya y descontar el crudo que se exporta a otros países, lo que provocó una caída de los precios.

Aunque las compañías de la bolsa española relacionadas con las materias primas registraron caídas significativas por la evolución del crudo, los sectores más perjudicada por el hundimiento del índice de referencia fueron el bancario y el turístico. Los inversores huyen de la renta variable y las materias primas (incluso del oro) y se mueven hacia los títulos refugio del mercado de renta fija. Y lo peor está por llegar. Europa y EEUU se enfrentan» a una recesión técnica durante la primera mitad del año, afirmó Joachim Fels, analista de Pimco.