Los supermercados españoles seguirán abiertos pese a cualquier circunstancia, incluso en el caso de que se agraven las exigencias de confinamiento en los hogares. Según afirmó este viernes el director general de la asociación de fabricantes y distribuidores Aecoc, Josep Maria Bonmatí, las empresas están dispuestas a asumir las directrices de Salud y del Gobierno para tomar cualquier medida necesaria que sirva para atajar la extensión del brote de coronavirus: "Es necesaria una instrucción clara. Según las condiciones que se pongan, los comercios del sector textil o empresas de restauración decidirán si les conviene o no abrir".

Bonmatí puntualizó, no obstante, que "ni en las peores circunstancias se cerrarán los comercios de alimentación. Ni siquiera se ha hecho en Italia". Lo que sí puede ocurrir, en su opinión, es que haya limitación de las aglomeracciones en las tiendas y que se establezcan medidas de afluencia de público a los comercios.

"Fabricantes y distribuidores quieren hacer lo correcto, y se está buscando la manera de proteger el negocio, a los empleados y a los clientes, por lo que se requiere en estos momentos son directrices claras por parte de Sanidad", añadió Bonmatí. Existe en un consenso en el sector de que cualquier decisión unilateral de una gran firma de distribución, por ejemplo un cierre generalizado, lo único que conseguiría es contribuir a la sensación de intranquilidad.