Las nuevas medidas de estímulo monetario lanzadas por el BCE tienen su justificación en la desaceleración económica. La información reciente muestra «un debilitamiento más prolongado de la economía de la zona del euro», afirmó el presidente del BCE, Mario Draghi.

En sus nuevas previsiones, el BCE baja al 1,1% el crecimiento de la zona euro para el 2019 (una décima menos que lo pronosticado en junio). También se corrige en una décima la previsión de inflación, al 1,2%. Baja el pronóstico de crecimiento para el 2020, en dos décimas, hasta el 1,2 %, pero se mantiene en el 1,4% el de 2021. La expectativa de inflación se ha recortado hasta el 1% en 2020 y el 1,5 % en 2021 (frente al 1,4% y el 1,6 % apuntado en junio).

Las bolsas acogieron con frialdad unos anuncios que se ajustaron en buena parte a lo esperado. El Ibex 35 y los índices europeos lograron cerrar sus sesiones con leves ganancias aunque con casi todos los valores bancarios en negativo.

El tipo de cambio del euro se reforzó hasta los 1,1074 dólares. La prima de riesgo española bajó a 74 puntos.