El terremoto del caso Ghosn sigue teniendo réplicas. La fuga del expresidente de la alianza Renault-Nissan-Mitsubishi, Carlos Ghosn, que escapó de la justicia en Japón en la víspera de fin de año para refugiarse en el Líbano, no ha gustado nada a la empresa nipona. El disgusto es tan mayúsculo que, según avanza el 'Financial Times', su cúpula estaría ultimando los planes de divorcio.

La posible separación de la alianza se entiende como una manera de cerrar la hemorragia abierta por Ghosn, empresario caído en desgracia tras ser acusado de estafa y desvío de fondos. El diario financiero ha anunciado que esa posible separación pasa por un plan secreto que ultimaría una reestructuración de la junta directiva de Nissan y volver a dividir sus operaciones de fabricación e ingeniería, unificadas hace años por el mismo Ghosn.

De momento, desde Nissan han negado las informaciones publicadas por el 'Financial Times'. Sin embargo, la revista también explica que el presidente de Renault, Jean-Dominique Senard, también se ha mostrado escéptico con la alianza durante el último año. En caso de separación, Mitsubishi Motors seguiría manteniendo sus lazos comerciales con Nissan, pues esta posee un tercio de su capital desde que lo adquirió el 2016.

Aunque esa información sigue sin ser validada por los tres fabricantes automovilísticos, los rumores de divorcio evidencian el malestar por el escándalo protagonizado en las últimas semanas por Ghosn. Tras fugarse al Líbano, el expresidente de la alianza habló de una conspiración contra él y señaló directamente a la cúpula de Nissan, encabezada ahora por su CEO, Makoto Uchida, y la acusó de planear un complot junto a la justicia japonesa. Para más inri, Ghosn contactó con productores de Hollywood para llevar su caso al cine.

Hace casi 21 años que Renault y Nissan sellaron una alianza estratégica que les ha llevado a ser uno de los mayores grupos automovilísticos, fabricando más de uno de cada nueve vehículos que se producen en el mundo y liderando el mercado eléctrico.