Daimler, matriz de Mercedes-Benz, y Aston Martin han decidido dar un paso más en su relación, que se remonta a 2013. Ambas compañías se llevan bien y de su colaboración han salido vehículos tan interesantes como el Aston Martin DB11 V8, propulsado por un motor de 4.0 litros y doble turbo montado en Affalterbach, sede de AMG. El mismo corazón late bajo el capó del Vantage, el coche de acceso a la firma favorita de James Bond. Este intercambio de tecnología y sinergias surgió tras tomar Daimler posesión del 2,6% de las acciones de la británica, cifra que ascenderá ahora hasta un máximo del 20%.

El consorcio alemán lo confirmó este martes y explicó que, a cambio del incremento de su participación en Aston Martin, la británica tendrá ahora acceso a las tecnologías avanzadas de Mercedes-Benz, incluidos los motores eléctricos e híbridos de nueva generación. En principio, Daimler irá recibiendo nuevas acciones escalonadamente durante los próximos años hasta alcnazar un máximo del 20% del total. Según el comunicado oficial, "no hay intención de incrementar el control en Aston Martin más allá de este nivel".

SOLO POR DETRÁS DE LAWRENCE STROLL

Daimler se convertirá así en el segundo máximo accionista de la marca de Gaydon, solo por detrás del millonario empresario canadiense Lawrence Stroll, que entró este año en el accionariado de la compañía con el 16,7% de las acciones, una cifra que ascenderá por encima del 20% próximamente. Cabe recordar que, en otra muestra de la buena relación entre ambas compañías, tras la llegada de Stroll se confirmó que Tobias Moers, exCEO de AMG, tomaría posesión del mismo cargo en Aston Martin el pasado 1 de agosto en sustitución de Andy Palmer.

Al llegar Moers a Gaydon ya dejó caer que la colaboración actual entre ambas firmas era solo el principio. Aston Martin tiene ahora acceso a toda la gama de motores de AMG y a la tecnología y propulsores eléctricos e híbridos de Mercedes-Benz. Según el nuevo acuerdo, la automovilística alemana no pondrá nunca dinero en efectivo en Aston Martin pero le permitirá impulsar sus economías de escala. La británica, por su parte, podrá acelerar su transición hacia la electrificación sin invertir grandes cantidades de dinero, algo que no se podrían permitir actualmente.

Aston Martin cerró el tercer trimestre del año con unas pérdidas de 29 millones de libras, 32,05 millones de euros, unas cifras sensiblemente peores respecto al mismo período de 2019, cuando ganaron 47,51 millones de euros. Entre junio y septiembre, sus infresos se redujeron a la mitad hasta los 137,06 millones de euros.