Una familia unida garantiza apoyo y cohesión en los momentos buenos y en los difíciles. Por ello, iniciar un proyecto e integrar a familiares puede ser garantía de éxito. Esta es la experiencia de la familia Molina, creadores de la marca de cosméticos Dermo, que desde Polinyà escribe una nueva página de éxito en sus 30 años de historia gracias a sus primeros pasos en la exportación con nuevos productos.

La firma fue creada en 1987 por su actual director general, Julio Molina. «Comenzaron dos personas y ahora somos 40, entre empleados y colaboradores, y de unas instalaciones de 300 metros cuadrados hemos llegado a 6.000», señala Sarai Molina, hija de Julio y consejera delegada de la firma. Sarai y su hermana Raquel, que se encarga de la I+D+i del negocio, han conocido la empresa desde niñas.

Instalada en el polígono de Can Humet de Dalt de Polinyà, Dermo integra la totalidad de la producción en la planta vallesana, donde el 100% del capital es propio, con una facturación que alcanza los dos millones de euros. Dermo cuenta con unas 200 referencias, todas ellas centradas en productos para la higiene profesional, desde jabones hasta ambientadores.

«Nos hemos dedicado toda la vida a transformar materias primas para elaborar productos, pero también realizamos la personalización y el envasado», apunta Molina. A partir de aquí, el producto llega al cliente final siempre a través de grandes distribuidores, dado que se orienta al cliente profesional de sectores como la hostelería o la restauración.

El crecimiento de la empresa la ha llevado a desarrollar productos como el detergente en polvo. «Solo uno de cada diez productores son capaces de desarrollar este tipo de producto por la complejidad tecnológica que supone», destaca Molina. Otro de los éxitos de la firma son los ambientadores especializados, que se distribuyen en tiendas para la aromatización de los locales.

Ahora, la firma ha dado un paso adelante con la creación de una nueva línea de negocio. «Nos dimos cuenta de que en espacios donde se encuentra nuestro cliente tipo, como en residencias para mayores o centros docentes o religiosos, se usan productos que nosotros no teníamos, como el gel de manos, de champú o perfume, y pensamos introducir nuevas gamas», apunta Molina.

NUEVA GAMA DE PRODUCTOS

Por ello, se ha creado una gama de diferentes geles de baño, champú y geles de manos y 16 perfumes distintos con alta permanencia para hombres y mujeres, que ya han empezado a exportarse a Argelia, Rumania y Guinea Ecuatorial.

Este paso se enmarca en el Plan Estratégico que debe permitir la diversificación de su actividad, así como potenciar el crecimiento de la compañía a nivel nacional e internacional. La firma ya exporta a 34 países, adonde llega su producto adaptado a los gustos y tendencias del público local.

Así se espera mantener el éxito del producto mientras llega la tercera generación. «Ya decidirán ellos lo que querrán ser de mayores, pero nos hace ilusión que de vez en cuando quieran venir por aquí», bromea Molina.