La justicia alemana anunció el miércoles la detención del exjefe de Wirecard y de dos de sus directores, como parte del vasto escándalo de presunto fraude contable de esta empresa de pagos en línea. "La amplia investigación de la Fiscalía de Múnich demostró que los cargos contra los acusados se han extendido considerablemente", declaró un portavoz de la fiscalía.

El expresidente de la empresa, Markus Braun, ya había sido detenido por falsificación de cuentas, pero había quedado en libertad bajo fianza. Además de Braun y de los otros dos responsables de Wirecard, también fue detenido otro sospechoso, identificado solamente como director ejecutivo de Cardsystems Middle East FZ-LLC, una filial de Wirecard en Dubai.

Wirecard, una empresa que cotizaba en la bolsa de Fráncfort y que se declaró en quiebra el mes pasado, es sospechosa de haber inflado sus cuentas con fondos ficticios en Filipinas por un monto de 1.900 millones de euros.

DIMISIÓN EN JUNIO

Braun dimitió en junio después de que las acciones de la compañía se desplomaran por las acusaciones de irregularidades contables en el balance del 2019. Wirecard informó de que el ejecutivo estadounidense James Freis asumirá de forma interina el cargo de presidente.

Wirecard se desplomó en bolsa debido a la falta de claridad respecto sobre su contabilidad. La compañía explicó entonces que la firma de auditoría EY no ha encontrado "suficientes pruebas" de que las cuentas fiduciarias de la empresa tuvieran 1.900 millones de euros en cuentas de dos bancos asiáticos, que representan cerca del 25% del balance total de la compañía. La empresa indicó: Hay señales de que se ha proporcionado información falsa al auditor por parte del fiduciario sobre sus cuentas bancarias con el objetivo de engañar y crear la percepción errónea de la existencia de dicho saldo de efectivo en beneficio de las empresas del grupo Wirecard.

Los máximos responsables de la empresa comenzaron hace más de un lustro a inflar su balanza contable y su facturación, inventándose para ello ingresos que nunca existieron y que se encontraban teóricamente depositados en dos fondos ficticios de Filipinas. El objetivo habría sido presentar a la empresa como más sólida y atractiva de lo que realmente era para atraer a inversores y nuevos clientes. La fiscalía alemana ha abierto diligencias contra los directivos de Wirecard por los delitos de desfalco, fraude contable y manipulación de cotización bursátil. Los investigadores basan estas acusaciones en una serie de pruebas documentales entre las que se encuentra una auditoría de la sociedad KPMG.