El presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, aseguró ayer que la incertidumbre en relación a las perspectivas de la inflación en la zona euro está «alejándose», lo que apoya las estimaciones de la autoridad monetaria. En un discurso pronunciado en Bali (Indonesia) durante la reunión anual del Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial, el banquero italiano subrayó que la economía de la eurozona «sigue expandiéndose de una manera amplia», a pesar de que alertó de que existe «cierta moderación» tras el «fuerte crecimiento» del 2017.

Draghi explicó que la política monetaria del BCE «continúa apoyando» la demanda interna, lo que a su vez ha elevado los datos de inflación. La autoridad monetaria recordó que la aceleración de los precios se debe, sobre todo, al encarecimiento de la energía. «Esperamos que la inflación subyacente repunte a final de año». La proyección del BCE es que la tasa general de inflación se modere a finales del 2018 al 1,7%, desde el 2,1% registrado en septiembre, donde se estabilizará durante los próximos dos años.

Asimismo, el máximo responsable de la estabilidad de los precios de la zona euro alertó de que se debería monitorizar los cambios que se están produciendo en los mercados inmobiliarios y en el sector financiero no bancario, por los riesgos que entrañan.