La jornada bursátil ha quedado marcada desde primera hora por el principal dato de la economía de China, el que mejor se puede comprobar en términos homologables, su balanza comercial. El gigante asiático, determinante para buena parte de las economías occidentales presentó en septiembre un registro inesperadamente débil: caídas del 10% respecto al mes anterior en importaciones y exportaciones.

El efecto en cascada se reflejó en las caídas de los mercados europeos y en Wall Street, donde además se reflejó la inquietud de si, como parece decidido, suben los tipos de interés en diciembre, es una medida positiva ante la debilidad de la economía china. El Ibex 35 cedió un 0,9%, reflejando la caída de la cotización de los bancos y se quedó en los 8.608 puntos.