La tasa de desempleo en Estados Unidos se mantuvo en julio en el 4,9%, después de que se haya registrado una fuerte creación de empleo, que el gobierno ha cifrado en 255.000 nuevos puestos de trabajo. En su informe, el Departamento de Trabajo también informó de un aumento de la participación laboral al 62,8%, con 400.000 personas incorporadas al mercado laboral en julio.

Asimismo, el Gobierno estadounidense actualizó al alza los números de junio desde los 287.000 calculados inicialmente a 292.000 empleos, un dato positivo más sobre la recuperación del mercado laboral.

La creación de empleo estuvo liderada por el sector privado con 217.000 nuevos empleos, con el sector de servicios con una creación de 70.000 empleos en el mes y 550.000 en los últimos doce meses.

Importantes subidas se dieron en sectores clave para la economía estadounidense como la construcción, con 14.000 nuevos empleos netos; las ventas minoristas, con 25.000 más, o la manufactura, con 9.000 nuevos empleos creados. Además, los ingresos por hora de los empleados estadounidenses aumentaron un 0,3 % en julio con respecto al mes previo.

Estados Unidos tiene en la actualidad 7,8 millones de personas sin empleo. De ese total, dos millones se consideran parados de larga duración. Esa cifra se mantiene estable. El otro punto de vulnerabilidad son los 5,9 millones de ocupados que no tienen otra opción que trabajar en uno o dos empleos a tiempo parcial. También en este caso las cosas no mejoran. Tampoco cambian los dos millones que están al margen del mercado laboral y no buscan empleo de forma activa.

En su reunión de finales de julio, la Reserva Federal destacó la fortaleza del mercado laboral estadounidense, así como la recuperación "a un ritmo moderado" de la economía, señalando que "los riesgos a corto plazo para las perspectivas económicas han disminuido", lo que abre la puerta a una subida de los tipos de interés en lo que queda de año.