España vuelve a interesar a las empresas japonesas. Después de unos años de repliegue industrial con cierres de factorías y drásticas reducciones de actividad en el mercado español, las multinacionales niponas han vuelto a aumentar sus inversiones en la península. Al mismo tiempo, las exportaciones españolas al país asiático se han más que multiplicado por dos en la última década. En ese contexto, las compañías japonesas han transformado su antigua asociación de directivos Shachokai en el nuevo Círculo Empresarial Japón España (CEJE).

"La balanza comercial entre España y Japón tiene que crecer en los próximos años porque tiene un enorme potencial tanto para ampliar la presencia de empresas japonesas en el mercado español como a la inversa", ha explicado Jorge Lasheras, presidente del CEJE y uno de los directivos más veteranos con relación con firmas niponas. Dejó Yamaha España poco antes de que la compañía tomara la decisión de cerrar su fábrica de motos de Palau-solità i Plegamans, que finalmente se reconvirtió en un centro del grupo logístico Sesé.

El inicio de la crisis supuso el repliegue industrial de multinacionales japonesas como Sony, Honda o Panasonic. Pero el ciclo ha cambiado y la inversión japonesa en España aumentó un 14% en el 2015 al llegar a 388,2 millones de euros. En esa cifra se incluyen los100 millones desembolsados por Panasonic para hacerse con el 49% del fabricante de componentes de automoción Ficosa, que unos años antes había adquirido la planta de teles de Sony.

PROYECTO DEL CAMP NOU

"Hay un repunte de la inversión empresarial japonesa en España hasta niveles récord aunque con un perfil diferente de las empresas, que son más tecnológicas y centradas en los servicios", afirma Lasheras. Entre los proyectos en marcha se encuentra también la reforma del Camp Nou de la mano del estudio de arquitectura japonés Nikken Sekkei y la inversión de Honda en la planta de Montesa de Santa Perpètua de 3,3 millones.

Entre las empresas que se han incorporado al nuevo CEJE se encuentran Fluidra y Cacao Sampaka, dos ejemplos del creciente interés de compañías catalanas y españolas por hacer negocios con los japoneses. Las ventas de España en Japón superan los 2.600 millones encabezadas por energía (por las importaciones de gas licuado tras el cierre de la central nuclear de Fukushima), medicamentos y productos cárnicos. Para impulsar todavía más esas relaciones comerciales y el turismo, el CEJE ha iniciado contactos con Iberia y con Aena para impulsar los vuelos directos de Madrid y Barcelona a Tokio.