La lucha contra la crisis climática trae consecuencias. Endesa ha anunciado este viernes que acelera el cierre de sus últimas plantas de carbón en la península. El coste de esta decisión será de hasta 1.300 millones de euros, que se restarán al resultado final de la eléctrica en el tercer trimestre de este año. La medida, con todo, no afectará al dividendo de la empresa, ya que se trata de un impacto contable y no una salida de caja con lo que no penalizará el beneficio ordinario, que es al que está ligada la remuneración del accionista.

El cierre afecta a las plantas de As Pontes (La Coruña) y Litoral (Almería), puesto que la compañía ya inició los trámites para clausurar las de Compostilla (León) y Andorra (Teruel) a finales del año pasado. Solo se salva la pequeña planta de Alcudia (Mallorca), cuya actividad ya se recortó en el 2018. Lo que ha anunciado la eléctrica es la "discontinuidad" (léase, paralización) de la producción y "evaluar opciones de futuro en dichos emplazamientos", pero fuentes del mercado sostienen que lo más probable es que presente la solicitud de cierre en no mucho tiempo.

La idea inicial de Endesa era invertir en las centrales gallega y andaluza para cumplir los nuevos límites de emisiones de gases contaminantes establecidos por la Unión Europea, que entrarán en vigor el 30 de junio de 2020, lo que le permitiría mantener la producción hasta al menos el 2030. Sin embargo, ha argumentado, la nueva regulación y el incremento en más del 50% del precio de los derechos para emitir de dióxido de carbono (CO2), junto al abaratamiento de otras fuentes de producción que han desplazado al carbón, han hecho que esa opción deje de ser rentable.

INVERSIÓN VERDE

"Esta situación estructural ha determinado que las centrales térmicas peninsulares de carbón no resulten competitivas, y por tanto su funcionamiento no resulte previsible en el mercado de generación eléctrico en el futuro", ha sostenido en un comunicado, en el que también afirma que la decisión supone "acelerar el compromiso de descarbonización".

Para compensarlo, la empresa controlada por el grupo semipúblico italiano Enel ha apuntado también que "tiene previsto aumentar de manera significativa en su próximo plan estratégico, que será aprobado antes de fin de año, las inversiones destinadas a la construcción de nueva capacidad de generación renovable". Fuentes del mercado indican que la inversión en Galicia podría rondar los 1.600 millones y en Andalucía superar los 3.000 millones.