Endesa, dentro de su proceso de digitalización, ha probado con éxito el nuevo robot submarino, ROV (vehículo operado de modo remoto), diseñado para la inspección e intervención en remoto en labores de mantenimiento de sus instalaciones de generación térmica.

Se trata de un vehículo de pequeñas dimensiones (29 x 34 x 52 cm y 12,5 kg de peso) que es operado a distancia y puede ser manejado por el propio personal de las plantas. El vehículo submarino permite realizar trabajos hasta 300 metros de profundidad y ha sido diseñado, fabricado y suministrado por la 'start up' española NIDO Robotics, siguiendo las especificaciones de Endesa para adecuarlo a las labores bajo el agua de inspección y mantenimiento requeridas en una planta.

El equipo submarino minimiza riesgos laborales de personal propio o de terceros, gracias a que evita total o parcialmente el empleo de submarinistas en tareas de inspección y mantenimiento. Asimismo reduce costes en las anteriores tareas submarinas, ya que no es necesaria la subcontratación de equipos de submarinistas compuestos por varias personas y que requieren ser desplazados hasta las centrales.

Además, optimiza el tiempo de respuesta para el análisis y posible resolución de incidencias en activos que, por estar total o parcialmente sumergidos, no son accesibles.

Hasta la fecha, se ha probado con éxito en tres centrales de generación de distintas características. En concreto, en la central térmica de carbón y terminal portuaria de Carboneras, en Almería; en el ciclo combinado de San Adrián del Besós, en Barcelona; y en la central diésel de Melilla.