La incorporación de la mujer al trabajo cambió el perfil de las sociedades de los países industrializados y hará lo mismo con las de los países en desarrollo. Pero aún sigue siendo un tema que levanta ampollas en algunas zonas (de África, por ejemplo) donde pesa el modelo más tradicional. Que una mujer tenga un empleo remunerado es la primera aspiración para la inmensa mayoría para las féminas del mundo y el equilibrio o conciliación entre el empleo y la familia es el principal desafío para la igualdad, según se pone de relieve en un estudio elaborado por la Organización Internacional del Trabajo (OIT) con motivo del Día Internacional de la Mujer Trabajadora.

Este organismo internacional, en colaboración con la consultora Gallup, entrevistó en el 2016 a cerca de 150.000 mujeres y hombres de 142 países y regiones. Sus conclusiones ilustran el punto de vista de cada sexo en cuanto a su desarrollo personal mediante el trabajo.

Tanto ellas como ellos aceptan el trabajo fuera del hogar, pero las mujeres son más propensas a expresar esta opinión que los hombres. El 70% de las mujeres y el 66% de los hombres son partidarios de que las mujeres tengan un trabajo remunerado. En el primer grupo se incluyen a las mujeres que ahora no tienen un empleo a cambio de un salario fue del hogar, según la OIT. Estos porcentajes cambian en los resultados referidos a África de Norte, ya que el 79% de las mujeres y el 57% de los hombres se inclinan por esta opción.

CONCILIACIÓN

El estudio descubre que para ambos el reto es el equilibrio entre el trabajo y la familia, y también este es el primer objetivo para la inmensa mayoría de las mujeres de las economías desarrolladas y emergentes. Sin embargo, el grado de avance de cada país marca la diferencia de opinión y la conciliación es más una preocupación de las mujeres en países con economías asentadas y sociedades más evolucionadas que en las que aún están en desarrollo.

Así, el trato injusto en el trabajo es la preocupación más mencionada en el estudio de la OIT por las mujeres de las economías en desarrollo. En éstas y en los países emergentes también destaca como prioridad que haya servicios de cuidado de los hijos y familiarespara que esta tarea no recaiga sobre las mujeres que quiere salir a trabajar fuera.

La desigualdad salarial encabeza la lista de retos sólo en las economías desarrolladas, señala la OIT.