España celebra este martes la primera subasta de energías renovables desde el año 2017. En juego, un cupo de 3.000 megavatios, de los cuales dos tercios serán copados por la fotovoltaica (1.000 megavatios) y la eólica (1.000 megavatios). El resto de potencia no tiene restricción tecnológica. La principal novedad de esta puja es que pone en marcha un nuevo sistema de 'pay as bid', es decir, no se pagará a todos los adjudicatarios el precio marginal, sino el precio que pida cada inversor. Las pujas se realizarán sobre el precio que se exige por la energía producida y el volumen de producto adjudicado a una misma empresa o grupo empresarial no podrá ser superior al 50% del cupo del producto (1.500 megavatios).

Así, se da carpetazo al sistema anterior, diseñado por el exministro de Energía Álvaro Nadal, en el que las pujas eran marginalistas, esto es, al precio de la última oferta más baja resultante. Un sistema que, como ha defendido la ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, en innumerables ocasiones, fue "concebido y diseñado pensando que generar un kilovatio-hora de renovable costaba más que el precio con el que se vendía en el mercado". Pero la situación actual es justo la contraria, por lo que las nuevas convocatorias están orientadas a la eficiencia en los costes.

"Este sistema permite trasladar al consumidor de forma directa los ahorros que supone producir electricidad renovable y, además, garantiza previsibilidad y estabilidad de ingreso a los inversores", defendía Teresa Ribera, al anunciar el nuevo mecanismo de subastas hace unos meses. No obstante, esto no significa que de manera inmediata vaya a bajar el precio de la luz, sino que se trata de una política a largo plazo para fomentar las renovables en el 'mix' eléctrico.

La última de las subastas celebrada en España fue en julio de 2017 cuando se adjudicaron más de 5.000 megavatios, de los cuales 3.909 megavatios fueron para instalaciones fotovoltaicas y 1.128 megavatios para instalaciones eólicas, repartidos entre alrededor de cuarenta empresas. A esta cifra hay que sumar los 3.000 megavatios subastados en la anterior puja celebrada en el mes de mayo de ese mismo año. Es decir, en el ejercicio 2017 se adjudicaron más de 8.000 megavatios de potencia que han entrado en la red en los últimos dos años (principalmente a finales de 2019), impulsando la presencia de las energías renovables en el 'mix' eléctrico.

Empresas participantes

Estas nuevas subastas llegan en un momento de máximo impulso al sector renovable con la presencia de las eléctricas tradicionales como Endesa, Naturgy o Iberdrola y la llegada de nuevos actores como Repsol. Algunas de estas compañías han reconocido abiertamente que participarían en esta puja como Endesa, mientras el consejero delegado de Repsol, Josu Jon Imaz, dejaba en noviembre la puerta abierta a hacerlo. Es previsible que también participen otras compañías que se dieron a conocer en anteriores pujas como es el caso de Forestalia y tampoco se descarta la entrada de nuevas empresas interesadas en el sector y fondos extranjeros, ante la ferviente apuesta de España por las renovables en los próximos años.

El Plan Nacional Integrado de Energía Clima (PNIEC) 2021-2030 prevé la instalación de en torno a 60.000 megavatios renovables en la próxima década. Esta será la primera de las subastas que prevé llevar a cabo el Gobierno hasta 2025, según el calendario indicativo presentado a finales de 2020. En el próximo lustro prevé poner en marcha un mínimo de 20.000 megavatios mediante estas subastas.

"Seguramente, sea la oportunidad para los promotores con grandes carteras de proyectos de tener resuelta la venta de energía con garantías del Estado. El contexto de salidas a Bolsa -recientes o futuras- puede influir también en las estrategias que vayan a preparar los ofertantes", considera Yann Dumont, CEO de Reolum y presidente de la Asociación Española de Almacenamiento de Energía (Asealen), según recoge Europa Press.