España se mantiene de manera ininterrumpida desde el 2017 como el país de la Unión Europea (UE) con una mayor tasa de trabajadores temporales en su mercado laboral. Así lo constatan los datos publicados este miércoles por la oficina estadística Eurostat, que reflejan que el 25,9% de los asalariados en España durante el segundo trimestre del 2019 tenían un contrato de duración finita. Una cifra que dobla la de la media de los 28 estados miembros, que cerró en junio de este año en el 12,6%.

La eventualidad es un elemento estructural del mercado laboral español y es que España es el país de la UE que más trimestres acumula en toda la estadística disponible liderando las tasas de temporalidad. La crisis económica y la intensa destrucción de empleo que desencadenó abrieron un paréntesis en el que Polonia se coló durante siete años como el país con mayores índices de temporalidad. Fue durante el periodo 2009-2016, en el que España se vio relegada a una segunda posición en cuanto a eventualidad.

Los trabajadores que en aquel entonces no eran fijos fueron, en muchos casos, las primeras víctimas de la recesión y del 28,9% de temporalidad con el que se arrancó el 2008, se llegó a bajar hasta el 22,4% con el que se empezó el 2013. Excepto durante esos seis años, en los que Polonia continuó incrementando su cuota de asalariados eventuales, España ha sido el 'hegemon' de los contratos temporales. En paralelo, la media europea se ha mantenido estable en ese aspecto, oscilando entre una horquilla del 12-13%.

La estadística comparable del actual club de los 28 arranca en el 2003, cuando el mercado laboral español ostentó un primer puesto, con el 30,7% de eventuales. En los 62 trimestres que separan ese enero del 2003 al junio del actual 2019; España ha sido el país con mayor temporalidad de toda la UE en un total de 38. Su registro más abultado fue en el segundo trimestre del 2006, cuando dicho indicador alcanzó el 33,3%; es decir, uno de cada tres españoles no tenía un contrato fijo.