A la espera de ver qué dan de si las negociaciones en el seno de la OCDE, la postura del nuevo Gobierno español en relación a la creación de un impuesto a los gigantes tecnológicos no ha variado ni un milímetro. El nuevo Gobierno de Pedro Sánchez tiene intención de seguir adelante con sus planes de crear una tasa digital a nivel nacional que se adaptará posteriormente en caso de que haya fumata blanca nivel europeo o internacional.

El gobierno español, como he venido diciendo, no excluye que propongamos la creación de ese impuesto digital a nivel nacional. De hecho, está dentro de nuestros planes y del plan presupuestario que habíamos enviado a la Comisión Europea, ha recordado la vicepresidenta económica del Gobierno, Nadia Calviño, tras la reunión del Consejo de ministros de economía y finanzas de la UE (Ecofin) en la que han hecho balance de las discusiones en la OCDE sobre los dos grandes elementos en cuestión: la reasignación de los beneficios de las empresas digitales en las jurisdicciones y el establecimiento de un tipo impositivo mínimo para que las empresas multinacionales paguen y no trasladen los beneficios a jurisdicciones con condiciones más favorables.

La OCDE tiene previsto presentar propuestas sobre el primer pilar a finales del mes de enero y sobre el segundo en junio, con el objetivo de cerrar un acuerdo antes de finales de 2020, la fecha límite que se dio el año pasado la UE antes de avanzar por su cuenta y proponer un impuesto europeo. Según Calviño, el ambiente general es moderadamente optimista aunque admite que es un asunto muy sensible y prioritario desde el punto de vista económico, fiscal y político. Además, todavía siguen existiendo diversidad de puntos de vista alrededor de la mesa aunque entiende que una mayoría de países apoyan avanzar en los dos grandes pilares de la negociación.

PASO ADELANTE DE LA UE

España, en todo caso, apoya una solución global cuanto antes aunque de no ser posible un acuerdo en el corto plazo tiene claro que la Unión Europea debe asumir que este es un asunto clave y que precisa de una acción conjunta de todos los Estados miembros porque en este, como en todos los ámbitos de la vida, juntos somos más fuertes, ha recordado en clara alusión a la importancia de mantener la unión a 27 para hacer frente a las presiones que llegan del otro lado del atlántico.

Una presión que lleva sufriendo desde hace meses Francia. La decisión del Gobierno de Emmanuel Macron de imponer una tasa digital del 3% a las multinacionales digitales con un volumen de negocio de más de 25 millones anuales en Francia o 750 millones a nivel mundial ha generado una oleada de amenazas de Donald Trump en los últimos meses, incluida la imposición de aranceles a productos franceses claves. Ambos dirigentes se han dado ahora una tregua hasta finales de año.

Un punto de partida positivo, ha dicho el ministro de finanzas francés, Bruno Le Maire, aunque está por ver si ambas partes podrán llegar a un compromiso en el marco de la OCDE. Es una negociación difícil. El diablo está en los detalles y sobre muchos de ellos tenemos que encontrar un equilibrio aunque avanzamos en la buena dirección, ha asegurado. Esperamos que haya buenas noticias y podamos avanzar en el contexto de la OCDE. Vamos a ver qué es lo que sucede en los próximos días y las próximas semanas, ha apuntado Calviño.