El turismo es uno de los sectores más afectados por la crisis provocada por el covid-19, con pérdidas a nivel mundial que podrían oscilar entre los 250.000 y los 400.000 millones de euros, según las estimaciones avanzadas por el comisario de Industria, Thierry Breton, durante una intervención ante la Eurocámara.

Es una sangría de dimensiones inciertas que dependerá de la duración de la pandemia y de cómo avance el desconfinamiento tras las restricciones impuestas por los gobiernos europeos. Nueve estados miembros, entre ellos España y otros potentes destinos turísticos en Europa, han reclamado a sus socios europeos un plan de recuperación que garantice la supervivencia de un sector que representa más del 10% del producto interior bruto de la UE y que emplea al 12% de los trabajadores activos en la UE.

«En nuestros países el turismo constituye una industria estratégica. Nos gustaría que el plan de recuperación de la UE incluya un apoyo fuerte al turismo y que reconozca la existencia de ciertos territorios con especificidades», señala la declaración suscrita por los nueve ministros de turismo de Bulgaria, Chipre, Francia, Grecia, Malta, Italia, Portugal, Rumanía y España, presentada en el marco del Consejo de ministros de Turismo de la UE. A su vez piden especial atención para los territorios más afectados, como las regiones ultraperiféricas y las islas, y el mantenimiento de la movilidad intraeuropea dando apoyo a las aerolíneas.

Los nueve países reclaman un plan coordinado y medidas diferenciadas a corto, medio y largo plazo para garantizar un apoyo económico que permita limitar la destrucción de la actividad y el empleo y evitar que la crisis de liquidez se convierta en una crisis de solvencia. «Es urgente que la Unión Europea apoye, a través del programa SURE [destinado a mantener el empleo a través de la financiación de los ERTE] lanzado por la Comisión Europea y el fondo de garantías paneuropeo del Banco Europeo de Inversiones, una estrategia para mantener las estructuras productivas y el empleo en la industria turística mientras dure la crisis», señala el texto suscrito por la ministra española, Reyes Maroto, y sus otros ocho colegas europeos.

La carta, que aboga por basar la recuperación en la digitalización y la innovación, también sugiere la posibilidad de conceder ayudas directas a los destinos que forman parte de una estrategia de diversificación turística --como regiones de montaña, áreas rurales o pequeñas poblaciones--. También recuerdan la importancia de la movilidad y el tránsito para garantizar la recuperación de un sector en el que el transporte es esencial, tanto a nivel interno dentro de la UE como a nivel internacional.

«El transporte aéreo es clave para el turismo y para nuestras economías, por su contribución a la actividad económica y el empleo así que debemos facilitar el acceso a liquidez a las aerolíneas», insisten en la misiva. Los ocho ministros reclaman asimismo «medidas homogéneas» a nivel europeo de manera que todos los estados miembros garanticen que los desplazamientos y viajes serán igual de seguros en todos los territorios.

La Unión Europea es el principal destino turístico en todo el mundo, con un 40% del mercado global en el 2018.