Bandera blanca en el horizonte. Los Estados Unidos y China habrían llegado a un principio de acuerdo comercial parcial con el que las dos economías más grandes del mundo pueden aliviar las tensiones de guerra comercial.

Según han informado medios estadounidenses como el ‘New York Times’, el presidente Donald Trump se comprometió este jueves a reducir significativamente los aranceles que la Casa Blanca ha aplicado a 360.000 millones de dólares en productos chinos. Esa concesión sería a cambio del compromiso de Pekín para comprar productos agrícolas estadounidenses por valor de 50.000 millones de dólares, reforzar la protección de la propiedad intelectual y abrirse a unos mercados de servicios financieros más transparentes, según ha indicado Michael Pillsbury, experto en China del Instituto Hudson, a quien Trump informó ayer.

El acuerdo entre ambas partes tendrá un impacto directo este fin de semana. Así, se espera que Trump cancele o retrase los aranceles sobre 160.000 millones de dólares en productos de China programados para entrar en vigor este mismo domingo. “Su renuncia impediría otra escalada en una lucha comercial que ha causado daños económicos a ambos lados del Pacífico”, reza el Times, que cita a fuentes cercanas al acuerdo.

Este jueves Trump ya dio señales de un entendimiento a ambos bandos del Pacífico. “MUY cerca de un GRAN ACUERDO con China”, tuiteó, con su peculiar estilo. Se espera que el presidente anuncie hoy el pacto con Pekín. Sin embargo, el texto del acuerdo aún no ha sido finalizado y se desconoce si el régimen del presidente Xi Jinping aceptará todas las condiciones especificadas. El acuerdo supondría un hito tras 19 meses de tensas negociaciones.